¿Qué es el Día de la Liberación? Donald Trump prepara aranceles que ponen en alerta al mundo
El "Día de la Liberación" de Donald Trump: los aranceles como estrategia para fortalecer la industria estadounidense, a pesar de los riesgos de aumento en los precios y la resistencia de los consumidores.
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El presidente de EE. UU., Donald Trump, mira al artista Kid Rock mientras pronuncia un discurso antes de firmar una orden ejecutiva en la Oficina Oval de la Casa Blanca el 31 de marzo de 2025 en Washington.( )
Este miércoles 2 de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha marcado en su calendario un evento que promete cambiar el rumbo de las relaciones comerciales globales. A las 16:00 horas locales (20:00 GMT), Trump llevará a cabo una conferencia en la Rosaleda de la Casa Blanca, donde anunciará medidas económicas que alterarán el sistema comercial internacional como no se ha visto en décadas. Lo ha denominado como el "Día de la Liberación", un nombre que refleja el tono desafiante con el que pretende implementar una serie de aranceles destinados a rediseñar la política comercial de Estados Unidos.
El evento, bautizado como “Make America Wealthy Again” (Hacer a EE. UU. rico de nuevo), congregará a los miembros de su gabinete, y se celebrará en un contexto simbólico, en la época de floración de los cerezos que adornan la Casa Blanca. Sin embargo, más allá de la escenografía, lo que acaparará todas las miradas será el anuncio de una serie de medidas proteccionistas que, según la administración Trump, buscan equilibrar las condiciones comerciales entre EE. UU. y los demás países del mundo.
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¿Qué se espera para el "Día de la Liberación"?
Aunque los detalles sobre las medidas aún son inciertos, se anticipa que Trump presentará una política de "aranceles recíprocos", un concepto cuyo objetivo es igualar las barreras comerciales y fiscales que otros países imponen a los productos estadounidenses. Esta estrategia tiene como base una premisa sencilla: si otros países gravan los productos de EE. UU., Trump considera que Washington debería hacer lo mismo.
Los países más afectados por estas nuevas tarifas serían aquellos que, según la Casa Blanca, han impuesto gravámenes elevados o barreras a las importaciones provenientes de Estados Unidos. Se especula que naciones como Brasil, India, Corea del Sur, y los miembros de la Unión Europea estarían en la lista de los principales afectados por estos nuevos aranceles. En particular, los aranceles a la Unión Europea podrían tener un impacto considerable, ya que la administración Trump ha señalado que no habrá exenciones por el momento.
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Además de los aranceles recíprocos, se espera que también se impongan sanciones económicas adicionales a Venezuela. Este es un movimiento que busca castigar a los países que compran petróleo venezolano, y que podría tener un impacto directo sobre las relaciones comerciales con China, principal comprador de crudo venezolano.
Las Consecuencias de Esta Decisión
Mientras los seguidores de Trump aplauden su visión nacionalista, muchos economistas y analistas expresan sus preocupaciones. El temor es claro: el aumento de los aranceles incrementaría la inflación y los productos de consumo encarecerán aún más. Stephen Haber, profesor de la Universidad de Stanford, advirtió que “la realidad económica tiende a triunfar sobre la ideología” y que los estadounidenses probablemente no estarán dispuestos a pagar precios más altos, especialmente en un contexto económico ya golpeado por la inflación.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha sido uno de los principales defensores de la política arancelaria, argumentando que el "sueño americano" no debe ser sinónimo de acceder a productos baratos, sino de crear empleos de calidad para los trabajadores estadounidenses. Sin embargo, esta postura ha generado división incluso dentro del Partido Republicano, con figuras como el exvicepresidente Mike Pence defendiendo el libre comercio como una vía para mejorar la calidad de vida de todos los estadounidenses.
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