18 jul 2014 , 11:57

Los cuerpos “llovían” sobre pueblo de Ucrania tras derribo de avión malasio

"Abrí la puerta y vi a gente caer del cielo, una persona cayó en mi huerto", comenta una joven.

Los servicios de rescate han localizado por el momento a 181 de los 298 fallecidos ayer al estrellarse, supuestamente derribado por un misil, el Boeing de Malaysian Airlanes en el este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, informó hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano.

 

"Hasta el momento se han localizado 181 cuerpos", dijo en una comparecencia ante la prensa el director del servicio consular de la cancillería ucraniana, Andréi Sibiga.

 

La desoladora escena aterró a los pobladores que viven cerca del lugar de la tragedia: segundos después de la explosión, comenzaron a llover los cuerpos...

 

Uno de los cadáveres cayó a través del techo de la casa de Irina Tipunova, en un pueblo donde los separatistas prorusos luchan contra las fuerzas gubernamentales.

 

"Hubo un ruido, parecido a un aullido, y todo comenzó a vibrar. Empezaron a caer objetos del cielo", cuenta la pensionista de 65 años frente a su casa de ladrillo gris. "Oí un rugido, y ella aterrizó en la cocina, el techo estaba roto", dice mostrando el agujero y con el cuerpo desnudo de la mujer aún dentro de la casa.

 

Todavía visiblemente afectada por la experiencia, la mujer asegura: "el cuerpo sigue aquí porque me han dicho que tienen que venir los expertos a por él". Otra joven vecina de la zona que ha preferido no dar su nombre asegura que salió corriendo de su casa nada más escuchar la explosión: "abrí la puerta y vi a gente caer del cielo, una persona cayó en mi huerto".

 

“Es una escena espantosa", dijo el periodista independiente Noah Sneider. "Hay cuerpos extendidos a través de los campos. Las personas dijeron que el avión tuvo un tipo de explosión en el aire, y todo llovió en pedazos, el avión en sí, y las personas en su interior". 

 

Varios cuerpos han sido envueltos con bolsas de plástico, casi transparente, cuyas esquinas se sostienen con montículos de tierra o piedras. Sobresalen piernas bajo las bolsas y han colocado un clavel rojo sobre una de ellas. Entre los fallecidos había muchas mujeres y niños, el cuerpo de un chico de 10 años aún yace junto a la cabina del piloto cubierto por una bolsa.

 

24 horas después de que el avión fuera derribado, la escena era un caos. Zapatos, medicamentos, maletas vacías, ropa... esparcidos sobre los campos. 

 

Con información de agencias

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