Cuba comienza excarcelaciones tras ser retirada de la lista de países pro terrorismo en EE. UU.

El gobierno de Cuba anunció este miércoles 15 de enero el inicio de las excarcelaciones de 553 personas, días después de que Estados Unidos retirara al país de su lista de patrocinadores del terrorismo. Entre los primeros excarcelados se encuentran Dariel Cruz García, Lisdiany Rodríguez Isaac y Donaida Pérez Paseiro, quienes son considerados presos políticos por organizaciones internacionales de derechos humanos.

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La medida incluye reclusos por delitos diversos, según el gobierno cubano, que no reconoce la existencia de presos políticos en su territorio. Los familiares de algunos detenidos fueron convocados sin previo aviso a los centros penitenciarios, donde las autoridades iniciaron las liberaciones graduales.

La decisión de Washington, tomada inicialmente en 2017 durante el mandato de Donald Trump, restringió significativamente las actividades económicas y financieras de Cuba, contribuyendo a una grave crisis económica en la isla, marcada por la escasez de alimentos, medicinas y combustible, además de apagones y una creciente dolarización.

Aunque las ONG Prisoners Defenders y Justicia 11J acogieron el anuncio con escepticismo, consideran que el número de presos liberados es insuficiente, ya que contabilizan más detenidos por motivos políticos que los reconocidos por el gobierno cubano.

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Desde las protestas del 11 de julio de 2021 (11J), las más importantes en décadas, se han registrado cientos de detenciones de manifestantes y críticos del gobierno. La Casa Blanca adelantó que parte de los excarcelados participaron en estas manifestaciones, calificando las liberaciones como un paso en la dirección correcta.

Esta excarcelación es la primera en Cuba desde 2019, cuando fueron liberados 2 604 reclusos, y sigue los pasos de la excarcelación de 3 522 presos en 2015, realizada como gesto humanitario durante la visita del papa Francisco.

El gobierno cubano expresó su valoración positiva de la medida estadounidense, aunque destacó que el levantamiento de sanciones es limitado y no resuelve la crisis estructural que enfrenta la isla.

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También advirtió que decisiones como esta podrían ser revertidas por futuras administraciones de Estados Unidos, recordando la postura de figuras como Marco Rubio, defensor de una línea dura hacia Cuba.