Cuatro riesgos para la salud por los incendios forestales en Canadá

Los cientos de incendios forestales activos en Canadá provocaron que la calidad del aire en distintas áreas del país se sitúe a un nivel de alto riesgo para la salud.

Las mayores condensaciones del humo tendrán lugar en varias ciudades de Canadá, entre ellas, Toronto. Esta tiene una población de más de seis millones de personas.

Los individuos más sensibles son los adultos mayores, niños y personas con problemas de salud, sin embargo, cualquier persona podrá recibir las consecuencias. Pero ¿cuáles son los riesgos a la salud que el humo de los incendios forestal puede causar?

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Un estudio publicado en The Lancet Plantary Health realizó un seguimiento a ciudadano canadienses por 20 años. Seleccionaron a personas que vivieron dentro y fuero de un radio de 50 kilómetros de incendios forestales.

Entre sus conclusiones estaba que las personas que fueron expuestas al humo de los incendios tienen un 10 por ciento más de probabilidad de padecer tumores cerebrales, además de un 4,9 por ciento de tener cáncer de pulmón comparado con personas fuera del radio.

Una investigación publicada en SciDev.Net encontró relaciones "estadísticamente significativas" entre la contaminación y residuos de los desechos forestales y la mortalidad cardiovascular y respiratoria. Aunque las afectaciones son "discretas", estas están presentes.

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La mortalidad cardiovascular y respiratoria consiste en el fallo o la reducción de funcionamiento de estos sistemas corporales. Según el mismo estudio, el humo de los incendios forestales ha causado más de 10.500 muertes entre ambas.

El mismo estudio de la SciDev.Net, explica que, aunque la presencia de enfermedades cardiovasculares y respiratorias es notoria, las enfermedades infecciosas son mucho más frecuentes. Esto sucede por el progresivo desgaste que causa al sistema inmunológico de las personas.

Las infecciones que se ven con más frecuencia son zoonóticas y tropicales, entre las más conocidas, están la fiebre amarilla, dengue, zika, y fiebre oropouche. Estas cambian dependiendo de la zona geográfica en donde haya sucedido el incendio.

Las mujeres embarazadas están entre los grupos más sensibles, esto ocurre por los cambios físicos en la mujer relacionados con el embarazo. Las mujeres embarazadas tienen una frecuencia respiratoria más alta que el individuo promedio, por lo que no sólo pueden tender una tendencia para generar problemas respiratorios en el futuro. Pero también tener un parto prematuro, lo que expone a la desnutrición del bebé.

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Kent Moore, experto en meteorología y cambio climático, comentó a EFE que las condiciones climáticas empeorarán en los próximos años, al igual que se acelerarán los ciclos de cada vez más grandes incendios forestales.