03 may 2020 , 02:35

COVID-19: EEUU se prepara para tratar a sus pacientes más graves con Remdesivir

El medicamento podría llegar a los primeros pacientes a principios de esta semana.

Estados Unidos planea comenzar a tratar en los próximos días a algunos de sus pacientes más graves de COVID-19 con el antiviral Remdesivir, aseguró este domingo 3 de mayo el fabricante del fármaco, mientras continuaban las tensiones en el país por el ritmo de reapertura desigual entre distintos estados.

 

El medicamento, recién aprobado por la vía rápida para su uso en EE.UU., podría llegar este lunes o en los siguientes días a los primeros pacientes de coronavirus fuera de ensayos clínicos en el país, mientras su fabricante, la farmacéutica estadounidense Gilead, hace planes para exportarlo a otras naciones que le den luz verde.

 

"Pretendemos que llegue a los pacientes (en EE.UU.) a principios de esta semana", dijo Daniel O'Day, el consejero delegado de Gilead, durante una entrevista este domingo con la cadena CBS News.

 

La farmacéutica con sede en California ha donado al Gobierno de EE.UU. "todo su suministro" de Remdesivir, unos 1,5 millones de viales o frascos que pueden servir para completar "100.000 o 200.000 tratamientos, dependiendo" de si el fármaco se administra "durante cinco días o diez días", precisó O'Day.

 

Gilead ha acelerado su producción del antiviral y esta semana adelantó que confía en tener "varios millones" de rondas de tratamiento disponibles para finales de este año, un suministro que podría destinarse tanto a EE.UU. como a pacientes en otros países.

 

El Remdesivir, que se administra por vía intravenosa, comenzó a desarrollarse en 2009 y se probó sin demasiado éxito en pacientes de ébola la pasada década y fue aprobado en EE.UU. para su uso contra el COVID-19 el pasado viernes, mediante una "autorización de emergencia" de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

 

Esa terapia experimental se reservará para los pacientes en estado grave, algo que la FDA define como la necesidad de asistencia para respirar, y su distribución la decidirá el Gobierno federal basándose en "cosas como las camas en unidades de cuidados intensivos", señaló O'Day.

 

Aunque algunos expertos advierten que todavía no hay certezas sobre la seguridad de ese antiviral ni su eficacia para combatir el coronavirus, los indicios en ensayos clínicos de que puede acortar la duración de la enfermedad han supuesto un rayo de esperanza en EE.UU., el país más afectado por la pandemia.

 

Los casos de COVID-19 en EE.UU. superaron este domingo los 1.143.000, mientras que las muertes rozaban las 67.000, según el recuento extraoficial de la Universidad Johns Hopkins.

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