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MAGDALENA, Colombia.- Continúa el trabajo policial y forense en la escena del accidente del bus incinerado. Foto tomada de la CNN
Un portal colombiano cita a un testigo que habría visto a los niños cargando combustible al bus.
De homicidio agravado, lesiones personales, homicidio culposo e intento de homicidio fue culpado Jaime G. O., conductor del bus que terminó incinerado y cobró la vida de 32 niños.
Según informa el portal colombiano de Crónica del Quindío, la imputación de cargos se realizó ayer después de que se entregara a las autoridades por temor a un linchamiento de la comunidad luego de que se conociera que había huido del lugar de la tragedia y que había sido “irresponsable” a la hora de tanquear el vehículo.
El detenido, de 56 años de edad, es de Magdalena, no tiene licencia de conducción y transportaba a los pequeños cada fin de semana de la misma forma y sin ningún tipo de documentación como licencia de operación, revisión técnico mecánica, ni seguro obligatorio Soat.
Versiones de los hechos
Según fuentes preliminares, citadas por el mismo portal, después de que se difundieran los rumores de la presunta culpabilidad de Jaime G.O., quien escapó del lugar de los hechos, familiares de los menores fallecidos atacaron su vivienda y salieron en su búsqueda, hecho que habría llevado a que el hombre se entregara a las autoridades.
Existe un testimonio de un hombre que asegura que vio a los niños tratando de tanquear el automotor con gasolina. Evaristo León cuenta lo que escuchó: “el chofer les dijo a los niños: 'échenle un poquito de gasolina al carro mientras yo me voy a tomar gaseosa'. Los niños le echaron gasolina y entonces prendió el carro”.
De confirmarse que la tragedia ocurrió por esta imprudencia del conductor, el hombre podría ser acusado de homicidio y afrontaría una condena de por lo menos 40 años de prisión.
La declaración también descartaría la primera hipótesis del fatal accidente, según la cual una aparente falla mecánica habría originado una fuga de combustible.
El testimonio de León demostraría, además, que irresponsablemente en el automotor se transportaban galones con gasolina que sería de contrabando, cuyo deficiente almacenamiento facilitó la propagación del fuego.
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