Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, promueve el diálogo entre religiones
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Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, promueve el diálogo entre religiones
A sus 68 años, Christoph Schönborn es otro de los papables que llega al cónclave con la experiencia de haber participado antes en la elección de un Pontífice. Algunos consideran a este cardenal dominico como un hombre abierto a los cambios, al menos en la forma.
Ya en el 2003, Schönborn hablaba sobre globalización. "Este movimiento que llamamos globalización ha crecido enormemente, sobre todo a través de la tecnología. Gracias al internet ahora estamos interconetados con todo el mundo, estamos comunicándonos en tiempo real con todas partes del planeta".
Y esta apertura a las nuevas tecnologías se puede ver en el sitio web de la que Schönborn es el anfitrión. Se llama Fragdenkardinal.at, que en español significa Pregunta al cardenal. Cualquiera puede subir una pregunta a la página web, y Schönborn publica su respuesta en un video.
Pero eso no significa que en lo doctrinal Schönborn esté alejado de la línea tradicional de la Iglesia católica. Muchos lo consideran amigo y exdiscípulo de Benedicto XVI:
"Prácticamente escribió el catecismo de la Iglesia católica para el entonces cardenal Joseph Ratzinger, en el papado de Juan Pablo II. ha sido alguien en quien el Vaticano ha confiado grandes proyectos, precisamente como el catecismo".
Su especialidad es la teología, y ha sido un duro crítico de los escándalos sexuales en los que ha estado involucrada la Iglesia católica. Actualmente es arzobispo de Viena, capital de Austria. Sus colaboradores hablan sobre sus posibilidades de llegar a ser papa, y lo que el piensa sobre eso. Hans Wintermeyer, consejero de la Arquidiócesis de Viena, asegura que Schönborn "es un hombre muy popular, de muchos logros, sobre todo en lo académico. Después de todo, era colaborador de Benedicto XVI. Pero creo que a él le gusta tanto Viena que preferiría quedarse".
Schönborn nació en Litomerice, un pueblo en el norte de lo que ahora es la República Checa. Además del alemán, habla italiano, francés, inglés y español. Su principal desventaja pudiera ser el país al que ahora representa: en caso de que los cardenales no quieran elegir a otro papa de habla alemana, como sucesor de Benedicto XVI.
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