Cazadores matan al elefante más querido de Kenia

Cazadores ilegales dieron muerte a uno de los animales más queridos de Kenia, al elefante de 45 años Satao en el Parque Nacional Tsavo al sureste del país africano.

 

La noticia ha sido tema en diversos medios internacional, ya que este elefante era protegido constantemente de este tipo de situaciones, las que se repetían cada cierto tiempo debido a los grandes colmillos del animal, los que llegaban hasta el suelo.

 

Lamentablemente los funcionarios del parque no pudieron cuidarlo y Satao fue atacado con flechas envenenadas, las que le dieron la muerte.

 

El elefante, que según los responsables del parque gozaba de una gran inteligencia, hasta el punto de que se escondía habitualmente en los arbustos para ocultar sus inmensos colmillos de los cazadores, fue supuestamente acosado por cazadores armados con gafas de visión nocturna, motocicletas y ballestas.

 

Los restos del paquidermo, de 50 años de edad, presentaban señales de mutilación y sus colmillos, como se esperaban los responsables del parque, habían desaparecido.

 

La muerte de este animal está ligada a la caza de elefantes para luego cortarles los colmillos, los que se pueden vender a un buen precio en el mercado del marfil. De hecho, el cadáver de Satao había perdido el par de colmillos.

 

“Con las presiones de caza de montaña actuales y los recursos anticaza que llegan hasta el límite, se probó que era imposible prevenir que los cazadores llegaran a la red”, informó Tsavo Trust, una agrupación sin fines de lucro de Kenia.

 

El Gobierno keniano estima que 97 elefantes han muerto este año por la acción de los cazadores ilegales. Fuentes consultadas por 'The Guardian' aseguran, no obstante, que la cifra real podría ser hasta diez veces mayor.

 

En África varios grupos guerrilleros matan elefantes para luego sacar el marfil y este intercambiarlos por armas. Un negocio ilegal que se habría duplicado desde el año 2007.