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Con sobreprecios y coimas se habrían desviado unos 6 billones de dólares, según Policía. Foto: Archivo
Con sobreprecios y coimas se habrían desviado unos 6 billones de dólares, según Policía.
El mayor esquema de corrupción ya descubierto en Brasil comenzó en un puesto de gasolina. La operación Lava Jato arrancó en marzo de 2014 en Brasilia. La figura clave era un cambista ligado a otro cambista más famoso, Alberto Youssef.
El lavado de dinero en el establecimiento de lavado de vehículos y gasolineras fue el punto de partida de toda la operación y lo que le dio nombre a esta: Lava Jato, que en español significa “lava autos”.
Ya investigado en otros escándalos -el de Banestado y otro relacionado con los correos-, Youssef fue el delator que permitió la primera prisión de peso durante Lava Jato: el director de Abastecimientos de Petrobras Paulo Roberto Costa, quien obtuvo un carro de lujo y 250 mil reales (más de 70 mil dólares) del cambista. Eso llamó la atención de las autoridades y fue apresado.
A partir de ahí Costa y Youssef se convirtieron en los delatores de una gran corporación del crimen, un esquema billonario de corrupción y lavado de dinero en Petrobras.
Según el Ministerio Público Federal, son tres directivas involucradas en la estatal petrolera: la de Abastecimiento, liderada por Paulo Roberto Costa; la de Servicios, comandada por Renato Duque; y la Internacional, dirigida por Nestor Cerveró y posteriormente por Jorge Zelada.
¿Cómo funcionaba este esquema? Las directivas eran nominadas por partidos políticos (PT, Movimiento Democrático Brasileño y Partido Progresista) y sus directores aprobaban contratos con las constructoras. No demoró mucho para que estas grandes constructoras de Brasil que tenían negocios con Petrobras acabaran en el centro de la investigación.
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El cartel estaba reglamentado como un campeonato de fútbol: las empresas se dividían en equipos buscando alcanzar ganancias semejantes. El resultado: obras mucho más caras, entre ellas la Refinería de Abreu e Lima, el complejo petroquímico de Río y la Refinería Presidente Getúlio Vargas. Eso solo para citar algunos contratos que son parte de la investigación.
Las coimas eran pagadas a los ejecutivos y variaban entre el 1% al 5% del contrato, de acuerdo con las denuncias. El dinero llegaba por medio de operadores financieros, estos intermediarios transformaban la coima en dinero limpio a través de algunos métodos como dinero en efectivo, cuentas en el exterior o bienes.
Entre los operadores investigados están: Alberto Youssef, el extesorero del Partido PTJoao Vaccari Neto y el lobista Fernando Baiano.
La Policía Federal sostiene que el principal objetivo del esquema era financiar las campañas durante las elecciones. Tanto así que una lista de políticos son investigados por la Procuraduría General del Estado.
Y mientras unos niegan ser parte del esquema, otros aceptan la culpa para acceder a beneficios como la reducción de la pena o arresto domiciliario tras el pago de una fianza; esto a cambio de información sobre el esquema de corrupción.
La Policía ya capturó a presidentes de constructoras y políticos conocidos y la justicia ya condenó a cambistas, directores de Petrobras y hasta ejecutivos de grandes empresas. Pero ¿y el dinero desviado? Esa es una de las principales preocupaciones: recuperar esa cantidad que llega a casi 20 billones de reales; es decir, 6 billones de dólares. Esa es una operación que no tiene fecha final.
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