Cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, carismático líder de iglesia latinoamericana

Sus detractores lo acusan de haber participado en política. Ya en el 2005, cuando el papa Juan Pablo II murió, Óscar Rodríguez Maradiaga participó en el cónclave para elegir a un sucesor. Entonces se escuchaba su nombre como papable. Ahora, este cardenal de 70 años aparece nuevamente en la lista.

Hace pocos días, en una misa, el cardenal hondureño hablaba en defensa de la iglesia. 

Los católicos de Honduras lo identifican por ser un hombre multifacético: toca tres instrumentos.

Canta, habla siete idiomas y hasta tiene licencia como piloto de avión. Ha sido crítico de la contaminación ambiental y defensor de derechos humanos. Y en varias ocasiones se ha referido a la necesidad de eliminar la pobreza.

En Honduras Rodríguez Maradiaga ha recibido críticas por lo que ven como una participación de la iglesia en política. No sólo porque fue vocero del Vaticano ante el fondo monetario internacional, sino porque en el 2010, cuando el presidente José Manuel Zelaya fue removido del poder, los obispos de ese país -incluído él- firmaron un comunicado que fue interpretado como un respaldo al golpe de estado.

Los análistas que lo ven como papable destacan sobre todo su facilidad de comunicar, comparable con la de Juan Pablo II. Además de ser identificado ampliamente entre los cardenales por ser el presidente de caritas internacional, la mayor organización benéfica de la iglesia católica.