Los abusos estuvieron bajo su cuidado el siglo pasado en centros de acogida de Irlanda del Norte.
Las órdenes católicas Hermanos de la Salle y Hermanas de Nazaret pidieron hoy perdón por los abusos de menores que estuvieron bajo su cuidado el siglo pasado en centros de acogida de Irlanda del Norte.
Un tribunal especial inició ayer la mayor investigación pública desarrollada en el Reino Unido sobre abusos cometidos e instituciones de Irlanda del Norte regentadas por religiosos y organismos estatales entre 1922 y 1995.
Durante la segunda vista, el abogado de los Hermanos de la Salle, Kevin Rooney, aseveró hoy que los religiosos "reconocen el sufrimiento y dolor" que causaron a las "víctimas de los abusos", al tiempo que asumen "fracasos" en los mecanismos de protección del menor.
"Reconocen y lamentan profundamente que niños que estuvieron bajo su cuidado fueran víctimas de abusos. Desean ofrecer una disculpa sincera y sin reservas", manifestó el representante legal de la orden católica.
En su opinión, esta investigación especial "representa la última oportunidad" para "saber exactamente qué ocurrió" en los centros de acogida de los menores más desfavorecidos de Irlanda del Norte durante 73 años.
"El hecho de que algunos hermanos abusaran de niños contradecía la vocación de los Hermanos de la Salle, cuya misión era velar por el bienestar de niños vulnerables y pobres", añadió Rooney.
También el abogado de las Hermanas de Nazaret, Turlough Montague, declaró hoy que la orden de monjas "reconoce el daño causado a algunos niños bajo su cuidado" y "pide perdón sin reservas".
Las hermanas "miran al futuro y esperan que sirva como lección, no solo por su parte como proveedores de cuidado, sino para los cuidadores de la sociedad en general", agregó.
La llamada Investigación sobre Abusos Institucionales Históricos (HIA) examinará en sesiones públicas durante los próximos 18 meses 263 denuncias presentadas desde que el Gobierno autónomo norirlandés anunció el establecimiento de este tribunal especial en 2012.
El Ejecutivo de Belfast, de poder compartido entre católicos y protestantes, ha puesto al frente de las pesquisas al juez retirado Anthony Hart, a quien asistirá un grupo de expertos para determinar si existieron abusos físicos, sexuales o emocionales de menores entre 1922 y 1995.
La abogada que representa al tribunal, Christine Smith, describió hoy algunos de los centros de acogida de la provincia británica, como orfanatos, internados o hospitales, como "reliquias del pasado".
Según la letrada, la profunda reforma del sistema de bienestar social que acometió Londres tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) no se trasladó a muchas de las instituciones de acogida del menor.
Para ilustrar sus argumentos, Smith presentó el caso de mujer que permaneció internada entre 1971 y 1976 y que fue objeto de numerosas vejaciones.
De acuerdo con el testimonio presentado ante el tribunal por esa mujer, sus cuidadores la obligaban a oler su orina cuando mojaba la cama, la desnudaban y encerraban en una habitación fría o la obligaban a lavarse con agua fría y desinfectante.
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