¿Cómo vive un trabajador adicto a las drogas?

Hace 12 años, Rafael, nombre protegido, tomó la decisión de dejar atrás el consumo de la pasta de cocaína (basuco). Es Ingeniero en Sonido, su historia refleja el complicado camino hacia la recuperación y las secuelas de la adicción.

En una entrevista con Ecuavisa.com, compartió que, aunque a veces quiere volver a consumir, prefiere mantenerse en paz y sin adicciones, valorando la tranquilidad que ahora tiene. “Después de todo lo que perdí y he vuelto a ganar, prefiero quedarme así", afirmó.

Su historia refleja el impacto que la adicción tiene en la vida profesional y personal. Cuando comenzó a consumir cocaína, los grupos musicales con los que trabajaba dejaron de llamarlo. La recuperación no fue sencilla; confesó que le tomó alrededor de seis años recuperar la confianza de sus empleadores.

A pesar superar su dependencia principal, dejar el tabaquismo le resulta difícil. "Una secuela que me quedó es que fumo tabaco. He intentado dejarlo, pero no sé si no puedo o no quiero hacerlo".

También habló sobre los cambios significativos que ha experimentado en su vida personal. "Nunca me casé ni tuve hijos, fue a causa de la adicción porque no tenía tiempo más que para el consumo", comentó.

Hay una luz al final del túnel. "Hace cinco meses me junté con mi pareja, nos va muy bien", reveló que, a pesar de los desafíos, formó un hogar.

Le puede interesar: La ley a favor de las trabajadoras remuneradas del hogar fue aprobada por la Asamblea

La adicción a sustancias es reconocida como una enfermedad cerebral crónica. La psicóloga Ana Lucía Carrión explica que el consumo de estupefacientes daña la parte frontal del cerebro, específicamente la zona lógica y matemática. Esto puede generar alteraciones en la conducta, como la tendencia a mentir para justificar lo que está sucediendo, un fenómeno conocido como mitomanía.

El consumo de alcohol en la vida de muchas personas comienza en la niñez, influenciado por el entorno social. Este fue el caso de Fred Proaño, quien recuerda sus primeras experiencias con el alcohol en los eventos familiares. "En las fiestas había las copas altas de champán o vino, eso nos gustaba probar", comentó. La curiosidad y el ambiente social jugaron un papel importante en su primer contacto con el alcohol.

Con el paso de los años, el consumo se intensificó. Relató que durante su etapa escolar y en su vida laboral, la presión social y los hábitos de los adultos que lo rodeaban fueron factores determinantes. "Ya con un sueldo cada fin de mes uno tiene que desestresarse y viene ese gran pretexto para incurrir en el consumo", explicó.

Con el tiempo, comprendió que su relación con el alcohol no era solamente social, sino una respuesta a necesidades emocionales. "Consumir era para mí un escape, y en mi caso, la dependencia crecía cada vez más".

Sobre la adicción y su experiencia en el trabajo, aseguró que "el personal de Talento Humano me sugería acudir a psicólogos o trabajadores sociales. Ellos me recomendaban ir a Alcohólicos Anónimos, pero en aquel entonces no era una opción, porque tenía un problema de negación, entonces yo decía: creo que no soy alcohólico, sino un bebedor social".

A medida que la adicción se intensificó, la presión de mantener una vida aparentemente normal se hizo más fuerte. Fred tuvo que recurrir a la mentira como método para ocultar sus problemas con el alcohol en su lugar de trabajo. "Tuve que manipular a mi esposa para que ella justifique mis faltas laborales. Presentaba certificados falsos para no asistir al trabajo", confesó.

La especialista en Talento Humano de SGF Global Ecuador, Johanna Bustamante, explica cómo las empresas manejan los permisos para rehabilitación. "El tiempo de ausencia depende del programa establecido en la compañía, los días de vacaciones tenga el empleado y la recomendación del diagnóstico que indique la necesidad de internarlo”.

Bustamante destaca que las empresas buscan ser flexibles para no perder a los buenos trabajadores, por ende ofrecen opciones como anticipar vacaciones o conceder licencias sin sueldo, siempre en línea con lo establecido en el Código del Trabajo.

Le puede interesar: La ministra Ivonne Núñez plantea reformar artículo del Código del Trabajo que se refiere a la jubilación patronal

"No ingresé a una clínica, asistí a un grupo doble A 24 horas; internarse es voluntario. Tuve que dejar el trabajo y la familia, para poder seguir el proceso de rehabilitación. Mi familia hizo trámites legales para que yo no pierda el trabajo. Tenía tres años de vacaciones acumuladas, pero llegué a un punto en el que no quería volver a laborar por salvar mi vida", relató. Acotó que para salir del consumo debía estar internado un año.

En junio de 2016, se publicó en el Registro Oficial un acuerdo Interministerial entre el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Salud y la Secretaría Técnica de Drogas; que regula el desarrollo de programas de prevención al uso y consumo de drogas, en el sector público y privado; con personal calificado.

La especialista en Talento Humano explicó que, tras la implementación del acuerdo, las leyes recomiendan a los empleadores tomar medidas concretas para prevenir y atender las adicciones en el entorno laboral.

Le puede interesar: Las redes sociales reconfiguran nuestro cerebro

Según Bustamante, deben informar a sus empleados sobre los riesgos asociados a las adicciones, realizar diagnósticos y dar seguimiento a quienes están en riesgo.

En caso de detectar que un empleado enfrenta una adicción, la empresa tiene la responsabilidad de brindar apoyo en medida de sus posibilidades. Esto incluye facilitar el acceso a programas gratuitos del Ministerio de Salud, donde la persona puede recibir atención especializada o internarse si es necesario.

El Ministerio de Salud Pública a través de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada – ACESS, presta servicios de tratamiento a personas con consumo problemático de alcohol y otras drogas.

Para ingresar a un Centro Especializado en Tratamiento a Personas con Consumo Problemático de Alcohol y otras Drogas (CETAD), la persona debe ser derivada desde el primer nivel de atención en salud y, además, pasar por estudios psicológicos que determinen cuánto tiempo debe permanecer en el centro. Una vez allí, seguirá tres etapas para su proceso de recuperación. Actualmente, hay 11 centros en diferentes provincias del país.

También está el Movimiento de Alcohólicos Anónimos Grupo Fortaleza de Rumiñahui, al que representa Fred Proaño, si desea formar parte de esta asociación puede comunicarse al 098 733 1881.

Le puede interesar: El desafío de desconectarse: cómo los adolescentes lidian con la abstinencia del celular

El Código de Trabajo tiene un programa de prevención, pero si el empleador ya no se puede confiar en el trabajador y la empresa ha agotado todos los recursos para ayudarlo, tiene la opción de solicitar un visto bueno al Ministerio de Trabajo.

Hay sanciones para el empleador en caso de que decida despedirlo, dependiendo de los instrumentos que aplicó para ayudarlo a salir de la adicción. Existe un reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en el que ordena que el empleado debe cuidar las herramientas, debe cumplir con las normas laborales. Estas también son causales de despido. No podemos decir: me van a sancionar por tener problemas con el alcohol, porque como empresas no podemos tener esa visión, según la experta en Talento Humano.

Le puede interesar: ¿Qué pasa en tu cerebro cuando estás scrolleando tu celular? (y tres consejos para evitar hacerlo compulsivamente)