A un día del fin de los apagones, ¿cómo está la situación eléctrica de Ecuador?

Los horarios de los cortes de luz previstos para esta semana se publicaron solo hasta hoy, 19 de diciembre de 2024. Desde mañana, según el ofrecimiento del presidente Daniel Noboa, los ecuatorianos volverán a la normalidad, es decir, al abastecimiento eléctrico durante las 24 horas del día.

Aunque la promesa es alentadora para los ciudadanos, porque podrán retomar sus actividades sin preocuparse por las horas de desconexión o por los gastos adicionales del abastecimiento de combustible para sus generadores, está latente el temor de que sea una medida temporal, es decir, que al corto o mediano plazo vuelvan los racionamientos.

Fueron tres meses de los apagones. En primera instancia, el Gobierno dijo que la interrupción era necesaria para mantenimientos en el sistema nacional. Luego se anunciaron horarios de cortes que llegaron hasta las 14 horas diarias. La principal razón fue el severo estiaje, pero de fondo también hubo falta de previsión, a pesar de que es el segundo año consecutivo que Ecuador pasa los últimos meses en tinieblas.

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El sistema eléctrico nacional todavía es muy vulnerable y la producción no alcanza a cubrir la demanda nacional, sobre todo, tomando en cuenta que diciembre es el mes de mayor consumo energético, ayer, 18 de diciembre de 2024, superó los 4 mil megavatios, aun con apagones de dos horas.

Los proyectos complementarios que el Gobierno ha contemplado para suplir la crisis hídrica tampoco son suficientes.

En condiciones normales, las hidroeléctricas representan entre un 80 y 90 % de la producción nacional de energía, pero debido al estiaje, ahora está entre el 60 y 70 %.

Ayer, por ejemplo, las centrales aportaron el 64 % de la demanda que hace semanas no era tan alta. Se sostiene por los caudales de los embalses que se han recuperado debido a las lluvias.

En Azuay, la cota de la central Mazar alcanzó los 2 117 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.) y sigue subiendo, el mínimo para la operación es de 2 115. El ingeniero eléctrico y académico de la Escuela Politécnica Nacional, Hugo Arcos, cree que la cota debería llegar a los 2 125 m.s.n.m. para garantizar reservas en caso de que otras hidroeléctricas fallen.

En el Complejo Hidroeléctrico Paute, el agua de Mazar alimenta a los embalses de Molino y Sopladora, ambas alcanzan hasta los 10 metros por encima del nivel mínimo para funcionar. En esas condiciones las tres operan todos los días.

En Minas San Francisco también se recuperó el embalse. Su cota está en 788 metros sobre el nivel del mar. Las cuatro centrales producen unos 626 megavatios.

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Coca Codo Sinclair continúa siendo la hidroeléctrica que más energía produce, entre 900 y mil megavatios.

El pronóstico del Inamhi para lo que queda del mes son lluvias de variable intensidad, por lo que todavía pueden mejorar los caudales.

Los generadores eléctricos en El Salitral y en Quevedo han significado un problema para el gobierno por las irregularidades alrededor de la suscripción de los contratos con Progen, y las contradicciones entre la empresa y la ministra.

En Guayas el cumplimiento está retrasado. Debían entregar 29 generadores para producir 100 megavatios hasta finales de noviembre; sin embargo, están 23 y podrán instalarse de manera definitiva en enero.

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En Los Ríos, en cambio, los 20 generadores todavía no llegan, aunque debían conectarse para aportar 50 megavatios en noviembre.

El Ministerio de Energía ya comenzó a aplicar sanciones a la empresa por los retrasos. Cabe la posibilidad de terminar el contrato de manera anticipada.

En cuanto a la generación hidroeléctrica extra, se puso en funcionamiento una turbina del Complejo Hidroeléctrico Toachi Pilatón que ya entrega 68 megavatios. Está previsto que la habilitación completa esté para enero, y la generación será de 204 MW.

Por otro lado, el parque termoeléctrico representa unos 1 050 megavatios; mientras que la entrega de energía de Colombia aporta entre 350 y 400 megavatios.

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