29 dic 2015 , 06:00

Ocho cosas que no te diste cuenta del "Chavo del 8"

Todo el elenco de la serie se reunió solamente una vez, en el mítico viaje a Acapulco.

Fue la serie que acompañó a muchas generaciones.

También ha sido uno de los programas más vistos en la televisión.

Sus capítulos se han repetido tanto, que pensamos que conocemos todo de la serie. Pero no es así, acá tenemos ocho cosas curiosas que seguramente pasamos por alto.

 

Sólo fue grabado un capítulo en el que apareció el elenco completo de la serie. Y ese capítulo se desarrolló en Acapulco.

 

La mayoría de las historias de los episodios de "El Chavo del 8" transcurrían un día lunes.

 

El Chavo vivía en el departamento número 8 de la vecindad y compartía casa con otra persona. Pero tanto ese departamento como el acompañante nunca aparecieron en el programa. El barril del Chavo es su escondite y no el lugar en el que dormía, como se cree.

 

A la Chilindrina la llaman así porque sus pecas la asemejan a un pedazo de pan mexicano que lleva el mismo nombre.

 

Rubén Aguirre, el actor que caracterizó al Profesor Jirafales, reveló que la idea del famoso "¡Ta ta ta !" la sacó de un profesor de su niñez llamado Celayo Rodríguez, quien cada vez que se enojaba decía "¡Ta ta ta !", aunque el artista obviamente exageró la expresión.

 

El calzado de El Chavo fue un regalo de la Chilindrina. Le dio los zapatos cuando el niño llegó por primera vez a la vecindad, y antes los había usado Don Ramón.

 

La madre de María Antonieta de las Nieves, quien encarnó a la Chilindrina, le hizo los vestidos de su personaje. Cada vestimenta tenía detalles que lograban grandes efectos ante las cámaras, como esconder el pecho y un embarazo de la actriz, e incluso hacerla ver más chica.

 

Al Chavo le encanta la "torta de jamón" (un sánduche de jamón), pero sólo aparece comiéndolos en dos episodios del programa.

 

 

 

 

 

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