La cantante y artista chilena comparte su desgarradora historia de abuso, pobreza y superación.
- Mon Laferte posando para revista Rolling Stone( )
Mon Laferte, nacida como Norma Monserrat Bustamante, dejó una carta abierta en sus redes sociales en la que relata su doloroso pasado. A los siete años de edad sufrió abusos sexuales, una experiencia que la marcó profundamente.
A los 11 años comenzó a consumir alcohol, cigarrillos y marihuana, y a los 13 años se introdujo en el consumo de pasta base. En su adolescencia, la artista trabajó a partir de los 13 años y fue víctima de abuso por parte de un hombre mucho mayor que ella, quien se hacía pasar por su manager, quedándose con gran parte de sus ingresos.
A pesar de estos oscuros episodios, Mon Laferte nunca dejó de luchar, cantando en bares, calles y micros, mientras trataba de sobrevivir con las mínimas condiciones.
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La vida de Mon Laferte estuvo llena de retos, pero la música y el arte fueron sus medios de superación. A los 17 años, comenzó a cuidar a su abuela después de que sufriera un derrame cerebral, lo que le dejó aún más responsabilidades.
En ese tiempo, la artista vivía sola y ayudaba a su familia con lo poco que ganaba. A los 18 años, después de enfrentar más abuso y acoso en su paso por la televisión, emigró a México con la esperanza de cambiar su destino. Allí, vivió durante ocho años difíciles, enfrentando el crimen organizado y luchando por sobrevivir con trabajos humildes como cantante de bares.
A pesar de todo, Mon Laferte continuó su carrera musical y, a los 31 años, logró un éxito masivo como artista independiente.
El arte como refugio y salvación
Mon Laferte reconoce que, aunque nunca fue parte de los círculos académicos del arte, fue su pasión por la pintura y la música lo que le permitió sobrevivir a las pruebas más duras de su vida. En su carta, explica cómo sus obras plásticas fueron su terapia, su refugio en medio de la tormenta.
La depresión, el alcoholismo y las crisis personales marcaron su vida, pero su amor por el arte la mantuvo en pie. Con más de mil obras plásticas y ocho discos en su haber, la artista se define como una flaite famosa que, aunque llena de inseguridades, ha logrado abrirse camino con trabajo y dedicación.
A pesar de las críticas, Mon Laferte se muestra orgullosa de su legado y de la trayectoria que ha construido con tanto esfuerzo.
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