-
Kasey explicó al St. Louis Post-Dispatch que estaba totalmente convencida de estar sola y no necesitar un hombre.
Dos años después de su primer encuentro, Henry le pidió matrimonio a Kasey.
El punto de inicio de esta historia de amor entre Kasey Bergh, una mujer divorciada de 53 años y Henry Glendening, de 23 años. Todo empieza cuando la mujer le mandó un mensaje por error, a Henry quien se encontraba trabajando cuando recibió la llamada.
Henry le dijo a Kasey que tenía el número equivocado, y aseguró que si no hubiese estado yendo al trabajo, podían haber quedado. Es más, propuso una cita para otro día. Kasey se llevó una gran sorpresa y entre la vergüenza y la propuesta de cita contestó que estaba de viaje de negocios en Denver (Colorado, EE.UU) y puso una disculpa. ¿Qué pasó después? Que siguieron chateando y acabaron quedando una semana después.
Kasey explicó al St. Louis Post-Dispatch que estaba totalmente convencida de estar sola y no necesitar un hombre. "Entonces encontré a Henry", informa Mirror.co.uk.
Sobre su diferencia de edad, Henry señala que "realmente no significa ninguna diferencia". Y añade que están muy conectados a un nivel profundo. "Desde el principio, era como si estuviéramos en la misma longitud de onda", indica.
Dos años después del encuentro, Henry le pidió matrimonio a Kasey mientras oían su canción favorita en un restaurante en el que estaban cenando. Este verano, se han casado. Kasey ha indicado a distintos medios que "somos perfectos el uno para el otro y cada uno de nosotros somos quien somos en nuestra relación". "Es muy liberador. Y nos divertimos mucho juntos. Todo es una aventura".
Recomendadas