Fisher fue hija de dos conocidos artistas del cine dorado de Hollywood.
La vida de Carrie Fisher poco tiene que ver con la de la aguerrida princesa Leia, que la llevó a la fama. Las drogas y alcohol fueron protagonistas de la vida de esta actriz que murió a los 60 años.
Fue una etapa que quedó atrás, pero que nunca ocultó y que compartió en libros y entrevistas.
Un infarto le quitó la vida. Lo sufrió el viernes en un vuelo a Los Ángeles, procedente de Londres, donde estaba promocionando su octavo y más reciente libro, con impactantes memorias de su vida.
También volvía a llamar la atención del público con el regreso de Leia a la gran pantalla en el Episodio VII de "La guerra de las galaxias", que se estrenó a finales de 2015.
Fisher saltó a la fama en la trilogía original de "Star Wars", cuyas 3 películas (1977, 1980, 1983) se convirtieron en un fenómeno cultural.
En una rueda de prensa el año pasado, recordó cómo se divirtió asesinando a su captor, Jabba the Hutt, en "El regreso del Jedi". La escena es recordada también por muchos por el bikini dorado que llevaba.
"Me preguntaron si quería que un doble matara a Jabba. ¡No! Es lo más divertido que he hecho como actriz", dijo entonces. "Si la única razón para actuar es poder matar un monstruo gigante", añadió.
¿Quién era Carrie?
Desde su nacimiento, en Los Ángeles en octubre de 1956, su vida estuvo marcada por la extravagancia de Hollywood.
Fue el producto del matrimonio entre la estrella de cine Debbie Reynolds, conocida por su papel en "Singin'In The Rain" (Cantando bajo la lluvia), y del cantante Eddie Fisher.
Pero la relación y el hogar feliz en Beverly Hills terminaron cuando Eddie Fisher dejó a Reynolds por su mejor amiga, la actriz Elizabeth Taylor.
A principios de los 80 su vida recurrió al alcohol, las drogas y la depresión, coincidiendo con papeles fracasados en películas como "Under the Rainbow" (1981) y "Hollywood Vice Squad" (1986).
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