Crónica: Fito Páez llenó de color a Quito

Con un traje rosado y la frase 'Yo Te Amo' a sus espaldas salió Fito Páez al escenario del ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, la noche de ayer, a las 21h00, cuando arrancó el concierto que Quito estaba esperando. 

 

Le puso el corazón al recital desde su primera canción dedicada a su hija, Margarita, con un video en donde la pequeña es la protagonista y se hace dueña del nombre "Fita". 

 

Cuatro músicos acompañaban al cantante argentino, quienes emocionados con el público quiteño, decidieron regalarle la tan conocida 'Rueda Mágica'.

 

El sencillo escenario tenía en el centro un piano blanco con detalles rosados, que combinaba este ambiente de amor evocado por su última producción y por el nombre de su gira.

 

Luego Fito decidió retroceder en el tiempo con 'El jardín donde vuelan los mares' e inmediatamente después llegó uno de los momentos más emotivos con 'La canción del Soldado y Rosita Pasos'. La pantalla de fondo mostraba simultáneamente el video protagonizado por el músico en el papel de un soldado enamorado y devastado. Los aplausos le demostraron a Fito un público sensible y emocionado.

 

"Chao mamá, Chao papá" fueron las palabras que acompañaron la siguiente melodía de 'Las Luces en la Ciudad', de su última producción, para después recordar el disco del 2003 'Naturaleza Sangre'. "Las palabras son artefactos diabólicos", dijo Fito antes de interpretar la conocida 'Al Lado del Camino', canción acompañada por las voces del auditorio que no dejó nunca de ser participativo. Sin embargo, el ambiente se fue tornando más nostálgico cuando Paez dijo "Esta es una carta que le escribí a Gustavo para contarle lo que había pasado" y continuó con la canción "La Velocidad del Tiempo", dedicada a Cerati.

 

Después de un breve descanso, entró un Fito vestido de rockero listo para cantar 'El amor después del amor', 'Creo' y la canción que introdujo con la siguiente reflexión "Esta canción pasó bien la prueba del tiempo", haciendo referencia a que cada vez que la escucha cree que no podrá hacer otra igual de buena, hablando de "Tumbas de la Gloria".

 

Aplausos, brazos levantados y voces en conjunto al escuchar '11 y 6', 'El Chico de la Tapa', en versión rockanrolera, y luego una secuencia acompañada sólo por el piano, con canciones como 'Te vi' y 'Dale Alegría a mi Corazón'. 

 

Repentinamente Fito pidió a los asistentes que encendieran sus celulares para ver un escenario "lleno de estrellas", con sus luces encendidas. Esta petición preparaba el terreno para la clásica 'Circo Beat', 'Polaroid de Locura Ordinaria', canción que le dedicó a una fanática de la primera fila, 'Ciudad de Pobres Corazones' y 'A Rodar mi Vida' . "Inolvidable concierto Quito, muy cerquita del cielo", dijo Fito saliendo del escenario.

 

Sin embargo, el público no dudó en pedir su regreso con "Olé olé Fito", y después de pocos minutos regresaron los músicos para continuar la parte extra del show con 'Dar es Dar' y 'Mariposa Tecnicolor', las dos últimas canciones que hicieron vibrar a los fans.

 

Salieron del escenario, se despidieron y se apagaron las luces, pero los demandantes espectadores no se dieron por vencidos y pidieron una vez más el regreso del cantante, a lo que Fito no pudo resistir, entrando una vez más al escenario y diciendo "Porque se lo merecen Quito" y cantó su última canción 'Sácate el diablo de tu corazón'.

 

Con dos horas de duración, finalmente a las 23:00 el concierto terminó, dejando a la CCE cargada de energía y satisfecha por este gran espectáculo. 

 

Antes de arrancar el concierto, la voz de Juan Carlos Coronel, músico guayaquileño, acompañado de músicos quiteños, entretuvieron a los asistentes con canciones clásicas del rock Argentino y dedicatoria a Spinetta.