26 may 2025 , 15:35

Alfredo Palacio en la historia

   

Fue el tercer ministro de Salud de Sixto Durán Ballén. Comandó esa cartera casi los dos años finales de dicho gobierno y diseñó un plan de atención emergente durante la guerra del Cenepa de 1995.

Fue parte del Movimiento Blanco, una pequeña organización política que reivindicaba los problemas de la salud y del gremio de los médicos. El entonces candidato presidencial Lucio Gutiérrez, en 2002, le pidió ser su compañero de fórmula. Miguel Lluco, coordinador de Pachakutik, agrupación aliada a Sociedad Patriótica, viajó hasta Guayaquil para proponerle la candidatura a la Vicepresidencia de la República.

Escogerlo era parte de la estrategia ganadora, pues Álvaro Noboa, el candidato más fuerte para las elecciones de 2002, estaba rodeado de médicos. Su esposa, Anabella Azín recorría el país con sus brigadas de atención y el quiteño Santiago Cruz era el candidato a la Vicepresidencia. Además, Ximena Bohórquez, la esposa de Gutiérrez, también era doctora. La salud se convirtió en un tema de campaña.

Palacio, un hombre culto y de buena oratoria, bilingüe, hizo campaña y visitó los medios siempre con el uniforme de cirugía y la bata blanca, mientras Lucio portaba el verde militar.

La magia entre Gutiérrez y su vicepresidente se apagó antes de asumir sus cargos. El entorno del entonces presidente electo, plagado de familiares, empezó a apartar a Palacio. El primo Renán Borbúa, en el viaje por Perú, Chile y Argentina, de diciembre de 2002, en el que el coronel hizo contactos con quienes serían sus homólogos, advirtió que no necesariamente el sector social sería comandado por el segundo mandatario, como se anticipaba en la campaña.

Y cuando se posesionaron, solo pudo poner un ministro: el de Salud, Francisco Andino, quien duró siete meses en el cargo.

Palacio ofreció crear al programa de aseguramiento universal para la salud, pero nunca lo logró. A pesar de que era un hombre que tenía contactos con los organismos internacionales, el proyecto no tomó forma. Palacio decía que el gobierno lo boicoteaba.

Las tensiones entre los dos mandatarios subieron de nivel en diciembre de 2003 y hasta se dijo que Gutiérrez le pidió la renuncia. Palacio le respondió desde de la prensa que él no era su ministro para hacerlo.

Ambos tenían puntos de vista distintos sobre cómo dirigir el país. Gutiérrez había dado un giro a la derecha, se alió con Álvaro Uribe y EE.UU., rompió con los indígenas y desarrolló, posiblemente, la estrategia de producción petrolera más ambiciosa de la historia, de la mano de la inversión privada.

Palacio decía mantener las promesas progresistas de la campaña electoral. Cuestionó la vigencia del acuerdo de la Base de Manta y puso reparos al TLC que Ecuador negociaba con EE.UU., junto a Colombia y Perú. Criticó el capítulo sobre propiedad intelectual, donde era ducho.

La relación de Gutiérrez con la clase política tradicional se deterioró, en especial con León Febres Cordero y Rodrigo Borja, cuyos partidos bloquearon su gobierno en el Congreso. Palacio, en cambio, tenía una mejor relación con el PSC y la ID.

Cuando estalló el escándalo de la Pichicorte, permitiéndose el regreso de Abdalá Bucaram, Gutiérrez fue destituido en medio la presión forajida en las calles de Quito. Palacio fue posesionado en Ciespal, donde se refugió la oposición legislativa que volvió a ser mayoría. Cynthia Viteri, portando una corbata, le tomó el juramento.Ya en el poder, jamás se reencontró con Pachakutik y convirtió a los forajidos en la base política de su presidencia.

Nombró a Mauricio Gándara como ministro de Gobierno, a Fausto Cordovez, en Energía y Galo Chiriboga, ministro de Trabajo. Él fue el hombre fuerte de su gestión. Cuando el Presidente le encargaba a alguna cartera o tarea extra, José Serrano asumía temporalmente ese ministerio.

Y, por supuesto, a Rafael Correa le entregó el manejo de Economía.

Así, su corto paso por esa dependencia sirvió para que el joven académico se volviera híper famoso debido a sus ideas socialistas. Se peleó con el Presidente por alguna intriga que Hugo Chávez sembró entre los dos y construyó su camino hacia el poder absoluto.

Palacio diseñó una política exterior crítica frente a Colombia. Pidió a Álvaro Uribe detener las fumigaciones en la zona de frontera. Eso le valió aplausos dentro del país.Pero al tiempo, el fracaso del TLC con EE.UU. fue su responsabilidad. En parte, porque apoyó que el Estado declarara la caducidad del contrato petrolero con la Oxy, lo que significó el enfriamiento político con Washington y luego una demanda millonaria que Ecuador perdió.

Además, en su gobierno también se dio a conocer Diego Borja, el siguiente ministro de Economía que, a punta de decretos, cambió los contratos petroleros en los años que comenzaba el fantástico boom. Fue entonces que la industria privada empezó a perder fuerza... hasta ahora.

Quote

Palacio administró un país con dinero y estabilidad económica, pero sus 21 meses en el poder casi no se recuerdan.

Quiso hacer una reforma política, vía consulta popular, aprovechando el cogobierno que tuvo con la ID, pero de poca duración. Esa sensación de fracaso sirvió para que Correa amasara en la campaña de 2006 la idea de la Constituyente. En la segunda vuelta, Palacio sometió a consulta popular tres preguntas sobre educación, inversión social y el aseguramiento universal que era imposible perderlas. Pero sus textos se diluyeron cuando el país fue rediseñado en Montecristi.

Al ganar la Presidencia, sin haber candidatizado listas de diputados, Correa dijo que no juraría ante un Congreso espurio. Se produjo un vacío constitucional que Palacio hábilmente maquilló cuando fue quién le ciñó la banda y no el titular de la legislatura.

Palacio se retiró de la política y Correa muy pocas veces, por decir ninguna, tuvo un gesto de gratitud o reconocimiento para quien le abrió las puertas al poder... Apenas retuiteó esta mañana de jueves, la noticia del fallecimiento del expresidente, redactada por Pichincha Universal.

*Los vientos de optimismo económico desde los agentes externos. La nueva caída del riesgo país a 995 puntos es la segunda más baja desde junio de 2022; de esta manera se abre un ambiente favorable que el próximo gobierno de Daniel Noboa debe aprovechar. Ojala impulse reformas económicas que sirvan a los ecuatorianos. https://www.ecuavisa.com/metadatos/-/meta/riesgo-pais
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