-
Quito, lunes 30 de junio del 2025. Jorge Glas, durante la audiencia de sentencia en el caso Reconstrucción de Manabí.( )
Otra semana muy dura acumula el exvicepresidente Jorge Glas . La Justicia lo acaba de sentenciar a 13 años de cárcel por peculado en el caso Reconstrucción de Manabí y, a menos que le ocurra un verdadero milagro, la condena será ratificada en la instancia de apelación.
El segundo hombre más fuerte del correísmo volvió a La Roca sin que, de momento, exista algún factor que aliviane su compleja situación que se agrava por la indemnización millonaria al Estado que deberá asumir este caso, sin tomar en cuenta las otras condenas.
En estas circunstancias, lo que él seguramente esperaba es una reacción contundente , por parte de los rostros más importantes de la Revolución Ciudadana , calentando la caldera de la opinión pública para que su caso, al menos en la conversación nacional, recobre un matiz político. Nada de esto ocurrió .
Rafael Correa ha dado declaraciones a medios extranjeros como RT con argumentos y gestos nada sorprendentes. Casi, casi, una reacción administrativa que demuestra, de cierta manera, su a gotamiento personal ante este enorme problema, así como su incapacidad de dar un golpe de efecto que en algo aliente la desventura de su vicepresidente.
Sí, México pidió otra vez al Gobierno ecuatoriano el salvoconducto para concretar el asilo y llevárselo al DF. Es una gestión a todas luces infructuosa porque Cancillería alegará que Glas paga por un delito de corrupción y no es un perseguido político.
El correísmo en su conjunto se hizo eco de esta nueva gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum que luce tan débil que no funciona, ni siquiera, para dar ánimos al condenado.
Le sugerimos: Las viudas de Fito
Quizás resulte más efectivo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos tome nota del pedido de medidas provisionales que la Comisión Interamericana gestionó, tomando en cuenta la “ situación de extrema gravedad ” en cuanto a la salud e integridad que presentaría Glas, para que luego el Estado ecuatoriano se pronuncie.
Mientras ello ocurre, Glas se ve profundamente solo debido a la inoperancia del correísmo, no solo para alentarlo, sino para despejar los delitos de corrupción que la Justicia apuntó en su sentencia.
En palabras más simples: la reputación y credibilidad de la RC5 están venidas tan a menos , que se le hace muy difícil sostener alguna relación de integridad u honestidad. En este campo, como alguna vez comentó en X, su coideario, el abogado Ramiro Aguilar, la batalla está perdida.
Este argumento resulta potente a la hora de entender por qué el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, no se refirió a la sentencia de Glas en sus redes sociales. El mismo comportamiento tiene la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, y sus coidearios del Azuay, Juan Cristóbal Lloret, y de Manabí, Leonardo Orlando. Alexis Mera no tuitea desde abril de 2025.
Solo Paola Pabón se ha mostrado solidaria, así como Luisa González, Ricardo Patiño y varios mandos medios de una organización que ya no es útil a Jorge Glas, quien seguirá pagando sus culpas mientras el resto de sus camaradas, a su modo, gozan de libertad así tengan que vivir en otros países para evadir sus responsabilidades.
Recomendadas