02 jun 2025 , 12:21

Pacho, símbolo de una nueva era

El central ecuatoriano hizo historia con el PSG al convertirse en el primer tricolor en ganar la Champions League. Su consagración es reflejo de un cambio profundo en el fútbol europeo: el éxito ya no está en los nombres rutilantes, sino en los equipos que funcionan como un todo.

   

La historia del fútbol ecuatoriano escribió el sábado una página dorada: Willian Pacho se convirtió en el primer ecuatoriano en consagrarse campeón de la UEFA Champions League. Y lo hizo nada menos que como titular en la victoria categórica del Paris Saint-Germain sobre el Inter de Milán (5-0).

Pero su consagración no solo es un logro individual: es un símbolo de una transformación más profunda en el fútbol europeo... y en la identidad del propio PSG.

Durante años, el equipo parisino invirtió miles de millones en construir un escaparate de estrellas: Messi, Neymar, Mbappé, Ramos... nombres inmensos, pero sin alma colectiva.

Cada temporada, el fracaso europeo llegaba vestido de glamour, pero vacío de estructura. Todo cambió con la llegada de Luis Enrique, un técnico que, lejos de los reflectores, desarmó aquel castillo de naipes para construir un equipo funcional, solidario, y sí, obrero, en el mejor sentido de la palabra. Un equipo de artífices del éxito, no de figuritas mediáticas.

En esa reconstrucción táctica y emocional, Willian Pacho se ganó un lugar. Y no por marketing, sino por méritos. El ecuatoriano fue una muralla a lo largo de la temporada, con capacidad para anticipar, cerrar espacios y ser salida limpia desde el fondo.

Su camino al éxito ha sido paciente y coherente: desde Independiente del Valle (con quien ganó la serie A 2021, la Sudamericana 2019 y la Copa Libertadores sub-20 en 2020), pasando por el Amberes de Bélgica (Liga y Copa 2023), el Eintracht Frankfurt de Alemania, y ahora el PSG con el que ha ganado todo lo que ha competido: Copa, Super Copa, Liga y Champions.

A sus 23 años, Pacho acumula títulos nacionales y continentales en países distintos, un recorrido de élite forjado lejos de los flashes.

Pacho se une así a una generación ecuatoriana que está transformando la percepción de nuestro fútbol en Europa. Moisés Caicedo fue campeón de la Conference League días atrás con el Chelsea. Pervis Estupiñán lo fue de Europa League con el Villarreal. Antonio Valencia —precursor y capitán del Manchester United— fue el primero en llegar a una final de Champions.

Ahora, por fin, la medalla más codiciada del fútbol de clubes la cuelga un tricolor en su cuello.

No se trata solo de levantar un trofeo. Se trata de romper barreras, de demostrar que el talento ecuatoriano puede competir, resistir y triunfar al más alto nivel.

Se trata de entender que los grandes equipos también se construyen con futbolistas como Willian Pacho: comprometidos, inteligentes y dispuestos a sacrificarse por el colectivo.

En una era donde el fútbol parece cada vez más un espectáculo de egos, la historia de este joven defensor nos recuerda algo fundamental: los campeones verdaderos no siempre son los más ruidosos, sino los que hacen que todo funcione en silencio.

Hoy, Ecuador celebra a su nuevo héroe, símbolo de una nueva era. Y el PSG celebra haber encontrado, por fin, un equipo.

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