Tras el título de la Champions League con el PSG, el defensor Willian Pacho ya se ha fijado un nuevo objetivo, esta vez con la selección de Ecuador.
- Willian Pacho en la final de la Champions League que el PSG le ganó al Inter de Milán.( )
Por años, la selección de Ecuador ha vivido a la sombra de las grandes potencias sudamericanas. Ha celebrado clasificaciones a mundiales y ha visto brillar a sus figuras en ligas internacionales, pero aún le falta una consagración que cambie la historia.
Hoy, Willian Pacho se atreve a soñar con ello, y lo dice sin rodeos: “Quiero ganar un título con la selección de Ecuador”. Y no es una frase vacía.
Pacho no es solo un flamante campeón de la UEFA Champions League campeón con el PSG, es también, junto a Félix Torres y Piero Hincapié, parte de una zaga que se ha convertido en el verdadero baluarte de Ecuador: la menos vencida de las eliminatorias sudamericanas, con solo cinco goles recibidos en 14 partidos.
Con apenas 23 años, Pacho lidera en silencio, con solvencia, madurez y una historia de vida que inspira: la pérdida de su madre, los desafíos fuera de la cancha y la determinación de representar a un país entero.
Pero ahora, Pacho quiere más. Clasificar al Mundial 2026 es un paso necesario, sí, pero su ambición no se quedará allí, va más allá. Habla de títulos. Habla de gloria. De un sueño que generaciones de ecuatorianos han visto esquivo desde siempre.
Aquel sueño ya no parece tan lejano cuando uno ve a un grupo que mezcla juventud, jerarquía y una mentalidad ganadora que contagia: Moisés Caicedo, campeón de la Conference League; Piero Hincapié, baluarte del Leverkusen y en la órbita del Real Madrid; Pervis Estupiñán, pretendido por el Manchester United, entre otros, todos militando con relevancia en las grandes ligas de Europa.
En medio de ese cambio de mentalidad, Pacho emerge como símbolo de una generación que no se conforma con competir. Quiere triunfar.
Su reciente abrazo con Caicedo en la concentración, tras conquistar ambos títulos europeos, refleja un nuevo espíritu en la Tri: ya no se trata solo de ir a ver qué pasa, sino de ir por todo.
Si este jueves, contra Brasil, Ecuador clasifica al Mundial, será con el sello defensivo de Pacho y Piero. Pero si después llega el tan ansiado título, será también por esa convicción que hoy nos transmiten nuestros representantes en Europa: que los sueños no solo se cumplen, se construyen con trabajo, carácter y liderazgo.
Si ya han podido hacerlo con sus equipos, no será imposible que lo hagan juntos en la selección. Es bueno que jugadores notables como Pacho o Caicedo expresen ese deseo y contagien a los demás porque ese sueño no es solo de ellos, es de todo un país que los respalda.
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