Carapaz y Pacho, símbolos de un Ecuador a las puertas de la gloria
Pase lo que pase en el Giro de Italia y en la Champions League, Richard Carapaz y Willian Pacho tendrán el apoyo del Ecuador entero.
Este sábado, el deporte ecuatoriano no dormirá. No porque haya alguna vigilia oficial o celebración pactada, sino porque miles estarán con el corazón en la garganta, pendientes de lo que hagan dos de nuestros mejores embajadores: Richard Carapaz y Willian Pacho. Uno sobre una bicicleta, el otro con los botines bien puestos. Ambos en busca de la gloria absoluta.
Carapaz va por su segundo Giro de Italia, una hazaña que ningún ciclista latinoamericano ha logrado. A los 31 años, después de lesiones, cambios de equipo y una lucha constante contra el escepticismo, el carchense se ha metido otra vez en la conversación por el título.
La etapa de este sábado, con el temido puerto Colle delle Finestre, no es para cualquiera. Pero Carapaz no es cualquiera. Lo ha demostrado con creces desde 2019, cuando ganó esta misma carrera para meterse en los libros de historia. Hoy quiere escribir un nuevo capítulo.
Al otro lado de Europa, en el Allianz Arena, otro ecuatoriano buscará algo que jamás se ha conseguido: una Champions League para Ecuador. Será Willian Pacho, el defensor que se ha hecho gigante en el PSG, el que se enfrente al Inter de Milán, que también buscará la gloria europea.
Para Pacho, alzar la orejona sería el cierre de una primera temporada de ensueño para cualquier jugador, pues el ecuatoriano ya ha conseguido la Super Copa, la Copa de Francia y la Ligue One.
En medio de estos sueños, Moisés Caicedo ya celebró su primer título con el Chelsea en la Conference League. Fue el primero en poner el sello de esta semana mágica. Y cuatro clubes ecuatorianos siguen con vida en torneos Conmebol: Liga de Quito Independiente, Católica y el arrasador Mushuc Runa, que se ha ganado el cariño del país. Solo Barcelona no pudo seguir, pero ahora tiene otra meta: recuperar la punta en LigaPro.
Este fin de semana es la confirmación de algo más grande: el deporte ecuatoriano ha madurado, compite y gana. Ya no somos la sorpresa, sino parte del juego. Y lo más hermoso es que nuestros ídolos lo hacen con humildad, trabajo silencioso y una conexión profunda con sus raíces.
Pase lo que pase en el Giro y en la Champions, Carapaz y Pacho tendrán el apoyo de Ecuador entero, ese que a veces se desanima con su realidad, pero que encuentra en estos atletas una razón para creer, para emocionarse, para soñar.
Este sábado no es cualquier sábado. Es uno de esos días en que el deporte nos recuerda quiénes somos... y hasta dónde podemos llegar.
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