21 may 2025 , 11:36

No es solo una etapa: Carapaz revive la ilusión del Giro de Italia

El campeón del Giro 2019 ganó con autoridad la etapa 11 y se metió en el top 6 de la general. Con la montaña por delante, Carapaz se perfila como serio candidato a vestir de rosa en Roma.

   

Estamos orgullosos. Richard Carapaz volvió a rugir en el Giro de Italia. Y no de cualquier forma: con un ataque explosivo, valiente y calculado; como en sus mejores días, el ecuatoriano ganó en solitario la etapa 11 del Giro 2025, recordándonos por qué su nombre está escrito con tinta dorada en la historia del ciclismo mundial.

Pero más allá del triunfo, la señal que deja Carapaz es clara: va por la maglia rosa. Roma aún queda lejos, pero el carchense del equipo EF Education ya ha presentado su candidatura al título con fuerza.

En una jornada que serpenteó desde Viareggio hasta Castelnovo ne’ Monti, con 186 kilómetros de media montaña, Carapaz encontró el escenario perfecto para hacer lo que mejor sabe: atacar donde duele.

Cuando el pelotón aún digería el desgaste del durísimo Alpe San Pellegrino y el UAE Team Emirates trataba de mantener el orden para su líder Isaac del Toro, apareció la ‘Locomotora del Carchi’ con una arrancada de manual en los últimos 10 kilómetros, en pleno ascenso a Pietra de Bismantova.

El resultado: victoria en solitario y un golpe anímico que resuena hasta lo más alto de la clasificación general.

Carapaz no solo levantó los brazos con su característico gesto eufórico en la meta, sino que además puso en aprietos a nombres grandes como Juan Ayuso, Primoz Roglic y Egan Bernal, quienes sufrieron para responder al movimiento del ecuatoriano.

El mexicano Del Toro aguantó y amplió su ventaja, pero sabe que lo más duro está por venir: la montaña de la tercera semana, territorio donde Carapaz suele crecerse.

Con este triunfo, el ecuatoriano escala al sexto lugar de la general, a 1:56 del líder. Pero lo que dicen las piernas vale más que lo que dice el cronómetro.

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A sus 31 años, con un oro olímpico, un Giro en sus vitrinas y podios en las tres grandes vueltas, Carapaz no tiene nada que demostrar. Pero sí mucho que conquistar.

Carapaz ha demostrado estar en un estado de forma sobresaliente y, sobre todo, con la mentalidad y el olfato competitivo intactos.

Esa capacidad de leer la carrera, de golpear cuando nadie lo espera y de sostener el esfuerzo con garra hasta el final, es lo que diferencia a los campeones.

En Ecuador, su victoria es una nueva inyección de orgullo para un país que ha aprendido a emocionarse con cada pedalada suya. En el Giro 2019, cuando quedó campeón, fue una sorpresa. Hoy, es una amenaza seria para cualquiera que sueñe con la maglia rosa.

Y no es simple nostalgia lo que impulsa esta idea: es la certeza de que Carapaz todavía tiene gasolina de campeón.

Su ataque en Castelnovo ne’ Monti fue más que una victoria de etapa: fue una declaración de intenciones. Queda mucho terreno todavía, y también mucha montaña, pero si algo ha demostrado Richard, es que sabe llegar hasta el final cuando huele la gloria.

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