13 mar 2019 , 07:10

Moreno anuncia salida de Ecuador de la Unasur

Gobierno pidió la reversión del edificio que ocupa en Quito, indicó el presidente.

El presidente de la República, Lenín Moreno, anunció la noche del miércoles 13 de marzo de 2019 que el Ecuador suspende desde este día la aplicación del Tratado Constitutivo Unasur; es decir, que dejará de participar en todas las actividades de la organización y no consignará más aportes al presupuesto del organismo. 

 

Moreno dijo que Ecuador “puso más de lo que tenía, “plata y persona”. “Entregó como sede un edificio de 40 millones de dólares”. “Hemos pedido la reversión al Ecuador del edificio sede”, agregó. 

 

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Además, se retirará la estatua del expresidente de Argentina, Néstor Kirchner porque, según el presidente ecuatoriano, “no representa los valores y la ética de nuestros pueblos”. 

 

“Envíamos misiones de alto nivel a todos los países miembros para encontrar una salida; los cancilleres se entrevistaron en diversos foros; propusimos reconfigurar una agenda para que la Unasur se concentre solo en temas positivos, sin la politiquería perversa de los autodenominados ‘socialistas del siglo XXI”, dijo en cadena nacional Moreno al asegurar que se buscó por varios medios la solución.

 

Ecuador concluye que no existen las condiciones para que el organismo pueda volver a trabajar por la integración de Sudamérica, mencionó el gobernante. “Hemos iniciado los procedimientos internos para salir oficialmente del Tratado de la Unasur”, indicó. 

 

“Unasur entró en una final sin retorno: desde hace un año, la mitad de los Estados miembros ni participan, ni contribuyen. La Secretaría General no tiene titular por más de 2 años y el personal ha ido disminuyendo”, manifestó el jefe de Estado. Según el primer mandatario, la razón es que “algunos mandatarios irresponsables se encapricharon por nombrar a sus amigos a esa secretaría. 

 

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En abril de 2018, la mitad de los 12 miembros del grupo (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú) dejaron de abonar sus cuotas y suspendieron su membresía ante la Unasur. Más tarde, en agosto de 2018, el recién elegido presidente de Colombia, Iván Duque, renunció al tratado allanando el camino para la retirada del país en febrero.

 

El resultado es un déficit de 20 millones de dólares que ha derivado en recortes presupuestarios. Al ritmo actual, el organismo, que lleva dos años sin secretario general, agotará sus reservas de efectivo en abril. Casi al mismo tiempo, Brasil, cuyo nuevo presidente Jair Bolsonaro criticó al grupo, asumirá la presidencia rotatoria.

 

Aunque el ambicioso plan de crear una moneda común fracasó, otras propuestas como la visa de trabajo común para el bloque -que ha ayudado a las naciones a absorber a la multitud de venezolanos que huyen de la crisis que asola su país- han tenido más éxito.

 

El golpe de gracia de Unasur llegó cuando no pudo gestionar con efectividad la crisis venezolana. Durante 2015 y 2016, el entonces secretario general del bloque, Ernesto Samper, viajó frecuentemente a Caracas acompañado de representantes del Vaticano para promover el diálogo entre el Gobierno y la oposición mientras crecía la tensión en las calles. Cuando esas conversaciones colapsaron, muchos culparon al expresidente de Colombia por no haber hecho más para lograr concesiones del régimen.

Unasur nació en 2008 para dar vida, dos siglos después, al sueño del héroe independentista Simón Bolívar de una gran “patria” sudamericana sin fronteras para derrotar los designios de Estados Unidos y Europa para la región.

 

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