Día Internacional del TDAH: una condición real que va más allá de una falta de atención
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido como TDAH, no es una moda, ni una excusa, es una condición neurológica crónica que afecta a millones de niños y adolescentes, e incluso persiste en la adultez. El 13 de julio se conmemora el Día Internacional del TDAH, una fecha clave para generar conciencia, promover diagnósticos tempranos y combatir estigmas que todavía persisten.
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Este trastorno, que se manifiesta a través de comportamientos como impulsividad, hiperactividad y falta de concentración, es uno de los más comunes del neurodesarrollo infantil. En Ecuador, según cifras del Ministerio de Educación, al menos 7 918 niños fueron diagnosticados en escuelas públicas en 2019 y muchos otros, sin embargo, siguen sin ser identificados ni tratados adecuadamente.
Los síntomas suelen aparecer antes de los 12 años, y en algunos casos tan temprano como los 3 años. Existen signos de alarma que incluyen dificultad para permanecer sentados, hablar excesivamente, olvidos constantes, y problemas para seguir instrucciones o completar tareas.
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Lo que no es TDAH: estigmas que duelen
Pese a los esfuerzos por educar sobre este trastorno, aún hay frases y actitudes que generan daño, por ejemplo en marzo pasado, durante un debate presidencial en Ecuador, una candidata utilizó el término déficit de atención para descalificar a un contrincante. El Colectivo Viviendo y Sobreviviendo con TDAH, un día a la vez, que agrupa a pacientes y familiares, exigió una disculpa pública, señalando que ese tipo de expresiones alimentan el estigma y la desinformación.
Otro caso que indignó al mundo entero ocurrió en España, específicamente en Canarias, en el año 2023. Se trata de Pedro, un niño que en ese entonces tenía tan solo 13 años y fue expulsado de su escuela únicamente por tener TDAH y dislexia. Este caso, al igual que muchos otros, refleja la discriminación que sufren a diario muchos niños por tener estas condiciones.
El TDAH no se cura, pero se puede tratar, ya que con un diagnóstico temprano, junto con acompañamiento terapéutico, escolar y familiar, puede hacer una enorme diferencia en la vida de los niños y niñas que lo padecen, y estar atentos a los síntomas y actuar a tiempo es la mejor forma de ayudarlos a crecer con dignidad, confianza y oportunidades.