Crisis de salud en las cárceles: la tuberculosis se propagó tras la militarización, según informe
La violencia y las masacres en las cárceles ecuatorianas han acaparado por meses los titulares de prensa. Pero ahora hay otra crisis, silenciosa y letal, que se propaga entre las rejas: una epidemia de tuberculosis que está fuera de control. Así lo advierte el Observatorio Social de Tuberculosis del Ecuador.
El organismo apunta al hacinamiento carcelario, que alcanza un 37,5 % según el Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad, hay otros factores como la desnutrición crónica y la insalubridad. Clara Freile, del Observatorio Social Tuberculosis del Ecuador, dice:
“Al toser, al estornudar, uno está emitiendo bacilos de tuberculosis. Y si tenemos un hacinamiento, en una celda más de 10 personas, es obvio que esas 10 personas van a terminar contagiados de TB”.
Estadísticas del Ministerio de Salud confirman que los casos de tuberculosis se triplicaron en un año.
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En marzo de 2024 se contabilizaron 360 infectados y para el mismo mes de este año 1 131. Los centros con mayor riesgo de infección son:
Washington Alemán, médico infectólogo, da más detalles:
“Mira por cada paciente con tuberculosis, tú puedes calcular que van a contagiar a 10 que están a su alrededor, es decir, el hecho que tú tengas un paciente no significa de que sean pocos, significa que ya debe de tomar medidas para tratar de cortar esta transmisión que esto siga creciendo”.
En esa cárcel, estaba recluido Andrés Geovanny Bejarano, de 44 años, quien cumplía su pena desde 2019. Murió el pasado 11 de noviembre de Tuberculosis, según consta en su acta de defunción. Uno de sus familiares cuenta detalles de su enfermedad:
"Por más que nosotros le mandábamos USD 30 - USD 40 para las pastillas, porque allá le cobraban USD 5 por cada pastilla, de todos modos se fue deteriorando hasta que llegó un momento en que no se podía ni siquiera parar, tuvimos que pagar para que lo embarquen en la ambulancia".
Tras una visita de inspección a la Penitenciaría del Litoral, realizada el pasado 22 de abril, la Defensoría verificó que en el pabellón 7, que alberga a 531 contagiados, en ese entonces, los presos no habían recibido tratamiento médico adecuado durante los últimos tres meses a pesar de contar con resultados confirmatorios de la enfermedad. Tal como consta en este documento de la entidad.
Según datos oficiales, la falta de continuidad en la medicación ha provocado que la tuberculosis se vuelva resistente en las cárceles, pero, ¿Cuál es el riesgo para la sociedad?
“Y puedas llevar este vacilo tuberculoso resistente a la comunidad y seguir trasmitiendo a sus familias y así tenemos familias enteras”.
“El tratamiento se vuelve más complicado, para la curación, es una epidemia mucho más grave que la tuberculosis sensible”.
Pero hay otras enfermedades como la varicela que se propagó en la cárcel de El Inca. El SNAI confirmo que hubo 23 casos y que para prevenir vacunaron a 322 reos.
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Los voceros coinciden en que esta crisis demanda una respuesta estatal urgente y efectiva.