El balance social de Noboa: avances parciales, bonos temporales y promesas pendientes
El plan de gobierno del presidente Daniel Noboa, en el ámbito social, se ha cumplido de manera parcial. Su administración se ha caracterizado por la creación de bonos temporales, cuyos desembolsos bordean los USD 475 millones.
Según las estadísticas oficiales, el Gobierno sostiene que el nivel de pobreza bajó del 25,5 % al 24 % en un año, califica este descenso como histórico y afirma que es la mejor cifra desde 2018.
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Otra cifra positiva que destaca es la reducción del desempleo: de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), pasó del 4 % al 3,6 % en un año. Noboa atribuye esta mejora a sus políticas económicas y a las compensaciones entregadas por su gobierno, aunque la oposición señala que estos datos no reflejan la realidad.
En los dos últimos años, el Ejecutivo mantuvo seis bonos permanentes —entre ellos el Bono de Desarrollo Humano— e incorporó a 55 000 nuevos beneficiarios. Además, implementó 11 bonos temporales, como Legado de Honor para policías y militares, Jóvenes en Acción y Ecuatorianos en Acción para personas desempleadas, Raíces para pequeños agricultores y compensaciones para transportistas.
En estos programas temporales, el Gobierno ha destinado USD 475 millones. Ninguno de estos bonos estaba contemplado en el plan de campaña de Noboa; fueron anunciados y financiados en época electoral o después de la eliminación del subsidio al diésel.
En el área social, Noboa había prometido transformaciones profundas, como eliminar el call center para turnos médicos en el sistema público y mejorar la alimentación escolar. Sin embargo, estos cambios no se han concretado y, por el contrario, el país enfrenta una grave crisis de desabastecimiento de medicamentos y de disponibilidad de turnos en hospitales.
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Otra promesa que no logró cumplir fue la relacionada con el acceso a la educación superior. "Todos los jóvenes van a tener la oportunidad de acceder a educación superior. Vamos a eliminar cualquier tipo de examen para que puedan entrar directamente", dijo el 23 de marzo de 2025, en el debate presidencial. No obstante, el examen no se eliminó y los cupos no se ampliaron. Cada universidad continúa a cargo de su proceso de admisión y existe un déficit cercano a 270 000 plazas anuales.
Hay compromisos que se han cumplido parcialmente, como la entrega de 100 000 becas para estudiar inglés, aunque no existe una evaluación que determine el nivel de aprendizaje alcanzado por los beneficiarios. Además, este mes el Gobierno anunció la construcción de residencias universitarias como parte de sus nuevas ofertas en educación.