El turismo no deseado crece cada año en Salinas, donde se pide imponer una especie de derecho de admisión

Hay exceso de visitantes que no dejan réditos a la economía local de Salinas, sino destrucción y mala reputación
23 feb 2023 , 15:02
Redacción

El nuevo Gobernador de Santa Elena, José Álava, asumió sus funciones este jueves e hizo un llamado a las autoridades locales a trabajar de manera coordinada para evitar que se repitan los desmanes ocurridos durante el feriado de Carnaval en Salinas.

Álava tiene en sus manos el pedido del Municipio de Salinas al Gobierno para que en los próximos feriados las Fuerzas Armadas apoyen a la Policía Nacional y al personal municipal en el control del espacio público.

Pero desde el sector turístico hay reparos a la permisividad que año a año se viene repitiendo en Salinas y en otros balnearios, que se traducen en actos obscenos, de violencia y delincuencia.

En este último Carnaval, en el Malecón de Salinas hubo robos, peleas, y amenazas con cuchillos y revólveres a agentes municipales.

"DERECHO DE ADMISIÓN"

El desenfreno, dicen los hoteleros, treaerá graves conscuencias económicas para Salinas y por eso ya se plantean varias ideas para imponer una especie de "derecho de admisión" a las playas.

Carlos Abad, presidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, atribuye los desmanes en Salinas a la falta de suficiente personal policial.

Pero no le quita responsabilidad a los Municipios de Santa Elena, Salinas y La Libertad, pues cree que deben emitir ordenanzas con el fin de prevenir los actos delictivos y bochornosos.

"Hemos insistido en que el Malecón de Salinas sea solo peatonal para evitar lo que pasó en Carnaval”, dice Abad.

De hecho, la Policía Nacional dice que pidió precisamente eso al Municipio de Salinas, que es la entidad que tiene la competencia del espacio público, pero la propuesta no fue aceptada.

Policía dice que planteó cerrar el Malecón de Salinas y que el Municipio le dijo que no

Desde el sector hotelero también sugieren solicitar a quienes ingresan a la provincia de Santa Elena un ticket de reserva, ya sea en un hotel o un apartamento, para tener un control sobre quiénes y cuántos entran a esta provincia en épocas afluencia masiva.

Otros idealizan que se prohiba o se restrinja la venta de alcohol cuando se vivan feriados como el de Carnaval o fin de año.

INFRAESTRUCTURA INSUFICIENTE

En Santa Elena habitan algo más 400.00 personas, según la proyección demográfica del INEC para el año 2020 y en cada feriado ingresan unos 500.000 visitantes, de acuerdo con los cálculos del sector turístico. La infraestructura no abastece para tanta gente.

Por eso no alcanza el agua potable, por eso el sistema de alcantarillado colapsa y hasta se han vertido aguas negras al mar donde los turistas se bañan. Por eso -y por el mal comportamiento ciudadano- se arroja gran cantidad de basura que es arrastrada por las olas al mar.

Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, se queja de que ante tanta afluencia, la seguridad tampoco se ha priorizado en el último feriado: “Tuvimos tres reuniones previas con el gobernador, con los alcaldes y el jefe político; allí acordaron reforzar la seguridad, pero solo tuvimos 400 policías”.

Para Tenempaguay, el cambio de gobernador no resolverá el problema. “José Álava era el jefe político y como tal no ayudó a frenar el problema”.

DELINCUENTES APROVECHAN LA MULTITUD

Según la Policía, grupos delincuenciales aprovechan la multitud para robar a los turistas y asaltar negocios, cuyos propietarios también se quejan de que son víctimas de extorsiones.

Otro gran problema de las multitudes es la venta de droga al menudeo, comentó Franklin Yacelga, jefe subrogante de la Policía de Santa Elena.

El consumo de sustancias psicotrópicas y de bebidas alcohólicas conducen a comportamientos incivilizados como los difundidos en redes sociales en los días de Carnaval.

Si bien la capacidad hotelera se reportó a tope, de qué sirve llegar al 100% si hechos como este seguramente afectarán las reservas para los siguientes feriados, se preguntan desde este sector económico.

El exceso de visitantes no está dejando más dinero en la economía de Salinas, se queja un hotelero, pues "es gente que no paga habitación de hotel porque se pasa bebiendo toda la noche y duerme en la playa durante el día, no consume en nuestros restaurantes porque se traen galletas y latas de atún; en definitiva, este no es un turismo deseado".

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