En Otavalo y Cotacachi, los ciudadanos están sometidos a los manifestantes

Grupos con lanzas patrullan las calles, deciden quién puede trabajar o circular, controlan la distribución de gas y alimentos. Amenazan a comerciantes y fijan sus reglas.
Manifestantes con llantas cierras las vías por el paro nacional.()
21 oct 2025 , 14:39
Redacción y Televistazo

El caos se ha instalado por 30 días en Otavalo y Cotacachi. Lo que empezó como una protesta indígena en Imbabura se convirtió en un territorio sin control.

Tras la ruptura de los diálogos entre dirigentes y el gobierno, la breve tregua de 96 horas terminó en amenazas y cierres. Los comerciantes que habían vuelto a abrir sus locales tuvieron que bajar las puertas otra vez.

En ambas localidades, la autoridad se ha desdibujado. Grupos de comuneros encapuchados y armados con lanzas recorren las calles e imponen su propio orden.

Ellos deciden quién puede trabajar, quién puede circular. Hay patrullas improvisadas que dicen mantener el “control comunitario”, pero que en la práctica han instaurado un régimen de miedo.

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Otavalo, la ciudad que antes atraía turistas, hoy parece una zona sitiada. Sacar un celular para grabar se volvió un riesgo. Solo los camiones que los abastecen pueden cruzar y ante la escasez, son ellos mismos quienes fijan los precios.

“Llegó las papas, compran por quintales, y que vienen a hacer en Otavalo, al centro, venden 10 papas por USD 1, que piensan que están haciendo bonito”.

La fuerza pública intentó normalizarla con abastecimiento aéreo la semana pasada, pero en tierra manifestantes deciden a dónde va cada cilindro.

Anoche, en el norte de Otavalo, habitantes que esperaban comprar gas impidieron que un camión fuera retenido por manifestantes.

“Esto puede llevar a una guerra civil, ya son 30 días que no tenemos solución, no tenemos un camino a esa solución”.

En Cotacachi los puentes están cerrados con estructuras metálicas soldadas, los accesos bloqueados, y la sensación de miedo es idéntica.

“Están pasando ya las manifestaciones, hacer cerrar todos los negocios, las tiendas, están amenazando con entrar a los negocios”.

Y por ahora en las calles no se observa presencia policial ni militar. Los manifestantes actúan como autoridad sin temor a consecuencias.

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Otavalo y Cotacachi son el epicentro de un paro sin líderes visibles y la vida cotidiana se mueve al ritmo del miedo.

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