Un cementerio de Quito alberga al 50 % de los combatientes de la Batalla del Pichincha
Bajo el Cementerio de El Tejar, en el centro de Quito, está oculta parte de la historia nacional.
Las tropas del Imperio Español y del Ejército Independentista se enfrentaron en las laderas del Pichincha y en las calles de Quito. Los enfrantamiento, según crónicas de los padres mercedarios y en boletines de la academia de historia eclesiástica, dejaron 600 muertos: 400 realistas y 200 patriotas.
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Karina Jaya, directora del proyecto cultural Leyendas Nocturnas, reseña que casi el 50 % de los combatientes fueron enterrados en una fosa común en ese camposanto, sin distinciones en conjunto, con armamento y uniformes.
A esto se suma que en El Tejar no hay lápidas, placas o letreros que indiquen que allí están enterrados algunos protagonistas de la batalla del 24 de mayo de 1822.
Según las crónicas de los padres mercedarios, los cuerpos llegaron a su cementerio porque era el único en esa época y por su cercanía al escenario de los combates que se desarrollaron entre El Panecillo y lo que hoy se conoce como la Cima de La Libertad.
Los cadáveres fueron apilados uno a uno en un área de cerca de cien metros cuadradow, y el único símbolo que recuerda que aquí están los restos de los próceres es una cruz de piedra que pasa desapercibida para los visitantes.
Otros cuerpos fueron enterrados en criptas debajo de la Capilla de las Almas, en este mismo complejo religioso. El lugar no está abierto el público y se requiere de un permiso especial para ingresar.
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Con la ayuda de un panteonero que levanta la pesada trampilla, se puede bajar los 14 escalones para observar donde estuvieron los combatientes; algunas lápidas con nombres ilegibles y símbolos que dan fe de la batalla.
Junto a la capilla, la Iglesia de El Tejar guarda otro secreto sobre la Batalla de Pichincha, que para descubrirlo, hay que subir a su campanario.
Allí, Manuel Antonio López, abanderado del batallón Payas, izó por primera vez la bandera tricolor grancolombiana en señal de triunfo.
En esta iglesia, cada 24 de mayo, se escuchan las campanadas de júbilo y se coloca la bandera de Ecuador como recuerdo de la batalla independentista.
A 3 400 metros las nubes empiezan a abrirse y entre dos macizos rocosos aparece Papallacta, una pequeña parroquia de 600 habitantes en la cordillera oriental, en el límite entre #Pichincha y #Napo. 👉 https://t.co/79rCknZwyW pic.twitter.com/LVTMBSQIdn
— Ecuavisa Noticias (@EcuavisaInforma) May 2, 2025