El incremento presupuestario de Ecuador en salud y educación solo queda en papel, ante falta de ingresos

En la proforma presupuestaria destacan incrementos para salud y educación, en estricto cumplimiento a la disposición constitucional que obliga a elevar anualmente medio punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB) para estos sectores.

Pero esta dinámica contiene un problema. "Los políticos año tras año, no sólo ahora sino desde hace muchos años, presupuestan un mundo fantástico que sólo existe en el papel, en la práctica nada de eso se va a cumplir porque no hay los ingresos", dijo Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal.

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José Hidalgo Pallares, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), apunta que lo más honesto sería eliminar el requerimiento constitucional para poder salir del "autoengaño en el que estamos los ecuatorianos desde hace algunos años".

Para 2026 , el presupuesto asignado a Educación asciende a USD 5 984,6 millones, mientras que Salud refleja USD 5 840 millones. Esto representa un incremento de 695,23 millones para cada sector.

Pero no son esas las cifras que deben llamar la atención sino la ejecución real de los valores presupuestados. Por ejemplo, en 2025, la proforma asignó para Educación USD 5 287 millones, pero hasta Octubre se ejecutaron USD 2 593 millones, un 49,04 %.

Para Salud, se proyectó un gasto de USD 5 136,9 millones y en los primeros diez meses del año se ejecutaron USD 2 052 millones, el 39,95 %.

"En la Constitución tiene que estar el principio económico básico y poderoso sobre responsabilidad fiscal. Que los gastos solo puedan aumentar si existen ingresos reales para financiarlos", opina Acosta Burneo.

Por su parte, Hidalgo cree que en la Constitución debería estar, por contrato social, que el Estado brinde como mínimo adecuados servicios de Educación y Salud.

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Dicen los analistas consultados por Televistazo que la subejecución no es otra cosa que el reflejo de como las obligaciones constitucionales chocan con la realidad fiscal.

La realidad señala que el presupuesto es algo más cercano a una obra de ficción, un relato de aspiraciones que no se alcanzan.