La próxima bancada de ADN tendrá a los asambleístas más jóvenes y a los desertores de otros partidos
El movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) consiguió 66 curules de 151 para la Asamblea del periodo de 2025 a 2029. Es la segunda bancada más numerosa luego de la Revolución Ciudadana, por solo un legislador de diferencia.
Entre sus filas está el parlamentario más joven, la mayoría tiene formación en jurisprudencia y varios han estado antes en otros movimientos y partidos.
La organización política tiene solo nueve meses desde que fue aprobada su inscripción formal en el Consejo Nacional Electoral (CNE), sin embargo, su primera participación en elecciones legislativas fue en las anticipadas de 2023, cuando corrieron con una alianza entre Mover y PID.
En la segunda vuelta, en la que participará Daniel Noboa y la candidata del correísmo, Luisa González, se definirá si ADN trabajará como un bloque oficialista o como oposición. En cualquier caso, será vital que puedan convencer a asambleístas de grupos más pequeños para tener mayor capacidad de maniobra.
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La bancada de ADN está integrada por militantes propios, exmiembros de Creo, Partido Social Cristiano y Revolución Ciudadana
En el periodo anterior, la bancada de ADN comenzó con 17 curules, pero ahora son alrededor de 36. El incremento se debe a las negociaciones que tuvieron con miembros de otros grupos políticos. Esos asambleístas fueron reelectos con el nuevo movimiento.
También hay casos de personas que no fueron asambleístas antes, pero que sí militaron en partidos políticos o fueron candidatos a otras dignidades.
El legislador de Azuay, Adrián Castro, fue electo en 2023 por Avanza y anteriormente estuvo en Creo; Henry Bosquez, de Bolívar, estuvo en las filas de la Revolución Ciudadana, así como Milton Aguas de Galápagos, y Ferdinan Álvarez, de Guayas. En el correísmo estuvo Diana Jácome, quien también fue candidata la Vicepresidencia
Fabiola Sanmartín, de Cañar, militó en Pachakutik; Katherine Pacheco, de El Oro, fue candidata por Reto; John Polanco, de Esmeraldas, estuvo con Gente Buena, al igual que Fernando Jaramillo, de Imbabura, y Hernán Zapata en Pichincha.
También está Eduardo Mendoza, de Los Ríos, que pasó de Democracia Sí a ADN; Steve Villacrés integró en 2019 el Partido Sociedad Patriótica (PSP) en Sucumbíos; Jadira Bayas fue reelecta, luego de un primer periodo de integrar Amigo.
Las legisladoras Paola y Lucía Jaramillo estuvieron primero en las filas del Partido Social Cristiano, así como Andrés Guschmer, quien fue concejal de Guayaquil entre 2019 y 2022. Esteban Torres fue incluso coordinador de esa bancada en 2021.
Francisco Cevallos estuvo en Construye. También Nataly Morillo, quien fue asambleísta alterna de Patricio Carrillo. Y Eckenner Recalde que saltó de la Izquierda Democrática a ADN.
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Del otro lado, hay asambleístas electos que militan desde 2023 en ADN, por ejemplo Inés Alarcón o Nathaly Farinango, que ahora fueron reelectas.
También hay varios directores provinciales del movimiento político que ahora son asambleístas, es el caso de Manuel Blacio, en El Oro; Camila León en Azuay; rosa Torres en Los Ríos; Lucía Pozo en El Carchi; o Paola Jaramillo, en Guayas.
Y no pueden faltar quienes pasaron de ser funcionarios públicos en el gobierno de Noboa a la papeleta, como Marco Olmedo, que fue gobernador de Cotopaxi; Lucía Pozo, de Carchi; o Mishel Mancheno que fue Secretaria Jurídica de la Presidencia. Varios asambleístas electos desempeñaron cargos en el Ministerio de Inclusión Económica y Social.
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Una bancada con promedio de edad de 38 y la mayoría con formación en leyes
La bancada de ADN es joven, el promedio de edad es de 38 años. Entre sus filas está el menor de toda la Asamblea Nacional, Dominique Serrano, de 19 años, asambleísta electo por la circunscripción 2 de Pichincha.
Le sigue Camila León, de Azuay, con 20 años, quien fue coordinadora zonal del MIES en la zona 6, y que se viralizó por dudar al momento de responder sobre el significado de los quintiles, un concepto básico para un funcionario de esa institución.
El mayor es Jorge Chamba, de Guayas, con 66 años; luego, la madre de Noboa, Annabella Azín, con 63 años.
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Los más jóvenes no tienen títulos registrados en la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt), sin embargo, la mayoría tiene formación en leyes y abogacía.