La reina Letizia ejerce el privilegio de usar blanco en la misa inicial de León XIV
Durante la misa de inicio del pontificado de León XIV en la Plaza de San Pedro, la Reina Letizia de España volvió a captar la atención internacional, no solo por su presencia, sino por el simbólico estilismo que eligió para la ocasión: un vestido blanco con escote asimétrico y drapeado, diseñado por la firma española Redondo Brand, acompañado por una mantilla blanca, en señal de respeto y tradición.
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El atuendo no fue una simple elección de estilo, sino una manifestación de un privilegio singular conocido como el privilège du blanc, el privilegio del blanco, una distinción que el Vaticano concede solo a algunas reinas y consortes católicas. Este gesto honra la fidelidad histórica de ciertas casas reales a la Iglesia católica durante los tiempos de la Reforma, cuando otros reinos europeos adoptaron el protestantismo.
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Un privilegio que tienen seis mujeres
En contraste con el estricto protocolo tradicional del Vaticano, que exige a las mujeres vestir de negro con mantilla y sin escote, el blanco representa una excepción que muy pocas pueden ejercer. En la actualidad, solo seis mujeres en el mundo tienen este derecho: