El director de cine James Foley falleció a los 71 años
James Foley, cineasta neoyorquino falleció el jueves 8 de mayo a los 71 años debido a un cáncer cerebral, según informó su representante al medio especializado The Hollywood Reporter. El famoso director de Hollywood deja una filmografía repleta de títulos emblemáticos que marcaron tanto el cine como la televisión y la música pop.
“Murió tranquilo mientras dormía”, señaló la fuente.
Foley construyó una carrera versátil como un auténtico artesano de encargo, capaz de transitar entre géneros y formatos con soltura. En 1986 se dio a conocer con Hombres frente a frente, un drama violento protagonizado por Sean Penn y Christopher Walken que fue seleccionado para el festival de cine de Berlín. Su debut llegó dos años antes con Rebeldes temerarios, una historia romántica juvenil que ya dejaba ver el tono sensual que impregnaría gran parte de su obra.
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Aquel mismo año de 1986 también marcó un punto clave en su carrera: su colaboración con Madonna. Dirigió el videoclip de Live to Tell, canción incluida en la banda sonora de Hombres frente a frente, lo que inició una fructífera relación artística con la reina del pop.
Foley fue responsable de varios de sus videos más icónicos, como Papa Don’t Preach, True Blue, The Look of Love y Dress You Up. También dirigió el largometraje ¿Quién es esa chica? (1987) y fue padrino de la boda entre Madonna y Sean Penn.
En los noventa, Foley brilló con lo que muchos consideran su mejor trabajo: Glengarry Glen Ross (1992), la adaptación de la obra de David Mamet con un reparto estelar encabezado por Al Pacino, Jack Lemmon, Alec Baldwin y Ed Harris. La cinta, cruda y cargada de diálogos afilados, se convirtió en un clásico del cine sobre el mundo laboral y la presión comercial.
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Su eclecticismo le llevó del thriller psicológico al drama sin prejuicios de género. “No me interesa adherirme a ninguna convención. Amo la fluidez”, confesó en una entrevista a The Hollywood Reporter en 2017.
Ese mismo año, alcanzó la cima de taquilla de su carrera con Cincuenta sombras más oscuras (2017) y Cincuenta sombras liberadas (2018), las secuelas del fenómeno literario de E. L. James. Aunque alejadas del prestigio de Glengarry Glen Ross, estas películas consolidaron su nombre en el cine comercial contemporáneo.