Beccacece, el despreocupado...
La Selección de Ecuador empató 0-0 frente a Paraguay en Asunción y ya suma cuatro partidos consecutivos sin marcar un gol en las Eliminatorias. El punto en Asunción solo sirve para la anécdota; lo grave es que continúa el problema ofensivo de la Tri. Esto no es una percepción mediática, sino una realidad que preocupa.
Lo curioso es que al único que parece no inquietarle esta sequía es a Sebastián Beccacece. El técnico argentino protagonizó un cruce con la prensa al incomodarse por preguntas repetidas sobre el mismo tema: la falta de gol.
Lo desconcertante no es la molestia en sí, sino su incapacidad para reconocer lo evidente: sin goles no se ganan partidos, y sin propuestas ofensivas no se puede aspirar a competir en serio en un Mundial. La época del Bolillo Gómez en la que íbamos "a aprender" ya pasó hace dos décadas. Ahora los jugadores y la afición esperan llegar lejos, pero así como vamos es imposible.
El seleccionador de Ecuador, sin sonrojarse, nos miente en la cara. Espera que su equipo solo reciba elogios, no críticas. "Me parece que hay motivos para estar orgulloso de este de grupo de futbolistas y siento que lo que me están preguntando son todas preocupaciones. Yo, la verdad no las siento", dijo anoche.
Beccacece, el despreocupado, solo quiere que se resalte una parte de la campaña ecuatoriana, que tiene la mejor defensa del continente, con solo cinco tantos recibidos en toda la Eliminatoria.
Espera que únicamente se diga que la Tri es un equipo sólido, difícil de vencer y con récords que hablan de consistencia: apenas dos derrotas en todo el torneo y 12 partidos sin recibir gol.
Sí, Ecuador es la selección que menos ha perdido (solo contra Argentina y Brasil), pero también es la que más ha empatado (8).
Pero el fútbol no se juega solo en la defensa, Beccacece lo sabe, pero nos cree tontos. Ecuador acumula apenas 13 goles en 17 partidos, la misma cifra que Paraguay y menos que Bolivia o Venezuela, selecciones que pelearán en la última fecha por el repechaje.
Si hicieramos una tabla con base en las anotaciones a favor, caeríamos casi hasta el fondo, solo superando a los eliminados Perú (6) y Chile (9); el resto, todos han metido más goles que Ecuador.
¿No le preocupa, señor Beccacece? Supongo que no, al fin y al cabo, usted sabe que después del Mundial 2026 se termina el mandato de Francisco Egas en la FEF, quien ya no se puede reelegir (a menos que viole las reglas) y por lo tanto usted también tiene fecha de salida.
La presentación de Ecuador en Paraguay fue más de lo mismo que venimos viendo fecha a fecha: un equipo sin iniciativa ofensiva, que no elabora jugadas de ataque, sin estrategia para salir a ganar, desconectado entre líneas, sin profundidad por bandas, que solo dependen de su buena defensa y excelente arquero.
El problema de fondo es la ceguera de Beccacece, que insiste en destacar como logros los debuts de jóvenes, polémica que ya hemos analizado; la solidez defensiva, que la heredó de Sanchez Bas; y puntos sacados en plazas históricamente adversas.
Cuando el discurso del entrenador ignora la principal falencia de la selección —la sequía goleadora—, se transforma en un mensaje que genera más incertidumbre que confianza.
El Mundial 2026 está asegurado, sí. Pero si la Tri quiere algo más que participar, alguien debe recordarle al entrenador que para ganar hay que atacar, y para atacar hay que arriesgar. La defensa será un buen punto de partida, pero sin gol no habrá destino.