¿Qué tan saludable es consumir enlatados?

Las conservas o enlatados son alimentos que han sido procesados y envasados para su conservación durante largos períodos de tiempo. Pueden ser de origen vegetal, animal o mineral.

Este tipo de alimentos, son una opción práctica y asequible para tener alimentos saludables a mano. Su utilidad es apreciada tanto por aquellos que no encuentran placer en cocinar como por los entusiastas culinarios que pueden crear platos gourmet a partir de alimentos embotados.

Sin embargo, es importante tener en cuenta algunos factores para que su consumo sea beneficioso para la salud, con una serie de ventajas y desventajas que debes tener en cuenta antes de consumirlos.

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La primera, y más evidente de los enlatados, es que se pueden almacenar durante largos períodos de tiempo sin que se estropeen.

Esto las hace una opción conveniente para las personas que tienen poco tiempo para cocinar o que viven en zonas donde es difícil acceder a los alimentos frescos.

Junto a esto, los enlatados son una fuente importante de nutrientes, como vitaminas, minerales y fibra. Por ejemplo, las conservas de verduras son una buena fuente de vitamina C, potasio y fibra.

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Por otra parte, las conservas de pescado son una buena fuente de proteínas, omega-3 y yodo. Así mismo, los enlatados son una opción asequible, en comparación con los alimentos frescos.

La conservación durante largos periodos tiempo de todo tipo de alimentos requiere tres pasos:

Una vez enumeradas las ventajas, toca nombrar las desventajas, y es que ciertos tipos de enlatados pueden contener más sal, azúcares y conservantes que los alimentos frescos.

La sal puede aumentar la presión arterial, el azúcar puede contribuir a la obesidad y los conservantes pueden dañar la salud digestiva.

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Los productos enlatados pueden contener bisfenol A (BPA), una sustancia química que puede ser perjudicial para la salud y que está presente en las latas. El BPA se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer, trastornos metabólicos y problemas reproductivos.

Algunos alimentos en conserva, como el atún, las sardinas y los calamares, pueden ser ricos en grasas y calorías. Las personas que intentan perder peso o controlar su colesterol deben limitar su consumo de estos alimentos.

Los enlatados y alimentos en conserva, sin duda alguna son componentes importantes en las dietas modernas, que permiten prolongar la vida útil de productos que, de otra manera, no durarían más de un par de días.

El que un enlatado sea saludable para su consumo, dependerá de la cantidad de procesamiento, aditivos y conservantes que este producto tenga.

Sin embargo, al igual que muchas cosas en la vida, el consumo de enlatados debe hacerse con moderación, y teniendo precaución en el origen y la caducidad de los mismos.

También, tendrás que prestar atención a ciertos signos que indican la idoneidad de un enlatado o conserva, tales como: