La población se relajó ante el Covid-19, aunque sigue siendo pandemia en 2024

Han pasado cuatro años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Covid-19 como una pandemia. Ocurrió el 11 de marzo de 2020, aunque el virus se inició en China en noviembre de 2019. Y con el paso de los años, la población se ha relajado ante la enfermedad que sigue cobrando víctimas mortales.

Solo en Ecuador, según cifras del Ministerio de Salud Pública, en noviembre de 2023 fallecieron cinco personas por el virus y se sumó una más en la primera semana de diciembre.

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Aunque la OMS declaró el fin de la emergencia sanitaria, esto no constituye el fin de la pandemia. Los expertos recomiendan no bajar la guardia y mantener las sugerencias de cuidado que se aplicaban estrictamente hace algunos años.

En la actualidad, el Covid-19 ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. Con la declaración de la OMS, los países pasaron "del modo de emergencia, al manejo y control del virus con otras enfermedades infecciosas", aseguró la entidad.

Además, dijo que el virus "llegó para quedarse" y que ahora es "un problema de salud establecido y persistente", características de una endemia; no obstante, no se ha declarado el cambio como si ocurrió con la influenza (virus H1N1).

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Daniel Simancas, médico epidemiólogo y docente universitario, explicó que todo se debe a la imposibilidad de predecir el comportamiento del virus por el constante aparecimiento de nuevas variantes.

A su gran capacidad para mutar, se suma que parte de la población no está vacunada o no ha recibido los refuerzos.

La OMS explica que la epidemiología mundial actual del SARS-CoV-2 se caracteriza por la tendencia a la disminución de las variantes alfa, beta y gamma, y el predominio de las variantes Delta y Ómicron; esta última fue designada como variante de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés) por la OMS

"Hay relajación, quemeimportismo de la infección, ausencia de medidas de precaución y reducción de percepción del riesgo. La gente ya no tiene miedo a infectarse, piensan que es una gripe más y no es así", señaló Simancas.

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La cepa más reciente es la Pirola, que preocupa por su alto contagio. Esta mantiene su presentación clínica, con síntomas respiratorios como dolor: de garganta, de cabeza y muscular, fiebre, pérdida de olfato, tos o agravar la enfermedad.

En Quito, según datos oficiales, se ha registrado un incremento de casos de Covid-19, desde inicios de noviembre, con una positividad del 15% que aumentó a 19,59% para la primera semana de diciembre de 2023. Los grupos más afectados son los adultos mayores y la población en edad de trabajar, de 19 a 39 años.

Las investigaciones sobre el Covid-19 continúan en el mundo y, aunque aún no son concluyentes, sugieren efectos secundarios a largo plazo.

Daniel Simancas explica que después de cuatro o cinco infecciones por este virus, aumenta el riesgo de enfermedades crónicas. "A mediano y lago plazo causa problemas en la salud. Vemos jóvenes con problemas del corazón, insuficiencia hepática". Conozca los detalles:

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Por ello, el especialista recomienda no automedicarse, usar mascarilla, no ir a lugares públicos si presenta síntomas, no compartir utensilios ni el mismo vaso.

También sugiere aplicarse las vacunas de refuerzo, especialmente si se trata de aquellas que están actualizadas. Países como Estados Unidos cuentan con inmunizadores que protegen de forma más eficaz a la población, pues tienen nuevas fórmulas.