La trágica historia de "Los cuatro de Groveland", injustamente condenados por violación y exculpados 72 años después
Cuatro jóvenes negros fueron acusados en 1949 de violar a una adolescente blanca en Estados Unidos, algunos fueron condenados, otros cruelmente asesinados antes de la condena.
Charles Greenlee, Walter Irvin, Samuel Shepherd y Ernest Thomas, conocidos como los Cuatro de Groveland, y sus familias lucharon por décadas para que se reconociera su inocencia.
Y este lunes, 72 años después, se hizo justicia: un juez de un tribunal de circuito del estado de Florida finalmente los exoneró de los cargos que pesaban en su contra.
Pero ninguno vivió lo suficiente para verse exculpado de las injustas acusaciones.
En julio de 1949, Norma Padgett, una adolescente blanca que en ese entonces tenía 17 años, le contó a la policía que Greenlee, Irvin, Shepherd y Thomas habían atacado el auto donde se encontraba con su marido regresando a casa después de un baile.
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Además, aseguró que los cuatro jóvenes la habían secuestrado y violado en la localidad de Groveland, en Florida, Estados Unidos.
Pese a que no había suficientes pruebas, el testimonio de Norma Padgett catapultó el futuro de los jóvenes que tenían entre 16 y 26 años en ese momento.
Shepherd e Irvin estaban en el ejército; y tanto Thomas como Greenlee estaban casados.
Un jurado de hombres blancos
Poco después del presunto incidente, Thomas fue perseguido por un grupo de más de 1.000 hombres y recibió cientos de disparos.
Los otros tres fueron golpeados violentamente mientras estaban bajo custodia policial, antes de ser condenados por un jurado compuesto exclusivamente de personas blancas.
Para detener las golpizas, Shepherd y Greenlee se vieron obligados a decirles a los agentes del FBI que habían violado a Padgett. Irvin siempre mantuvo su inocencia.
Los tres acabaron con cicatrices y hematomas por todo el cuerpo y dientes rotos.
Y poco tiempo después Samuel Shepherd fue asesinado a tiros por el alguacil Willis McCall mientras era trasladado a un nuevo juicio.
Irvin, por su parte, se salvó por poco de ser ejecutado en 1954 y su sentencia fue conmutada por cadena perpetua con libertad condicional.
En 1969, un año después de que le otorgaran libertad condicional, murió.
Greenlee, quien también fue condenado a cadena perpetua y puesto en libertad condicional en 1962, vivió con su familia hasta su muerte en abril de 2012.
Sugerencias de complicidad
Heidi Davis, una jueza administrativa de la corte de circuito del condado de Lake, anuló este lunes las sentencias para Greenlee e Irvin.
Asimismo el tribunal desestimó las acusaciones contra Thomas y Shepherd quienes nunca fueron juzgados. Thomas fue asesinado antes de tener un juicio y Shepherd antes de que se emitiera una sentencia.
Carol Greenlee, la hija de Greenlee, señaló que había estado buscando la exoneración de los cargos sobre su padre desde finales de la década de 1960, a pesar de que él le había prohibido hacerlo porque el caso le resultaba muy doloroso.
En agosto, un grupo de investigadores habló con un nieto de Jesse Hunter, el fiscal estatal que estaba encargado del caso. Broward Hunter confesó haber encontrado correspondencia en la oficina legal de su abuelo que sugerían que Jesse Hunter y el juez que presidía el juicio sabían que la violación nunca ocurrió.
Los investigadores también se mostraron escépticos con respecto a la evidencia proporcionada por James Yates, un ayudante del alguacil que fue el testigo principal del estado en los juicios de 1949 y de 1951.
Este caso es considerado como una injusticia racial histórica.
En 2017, el gobierno del estado de Florida emitió una "disculpa sincera" a las familias de los cuatro hombres y recomendó aplicar indultos póstumos.
Los indultos llegaron dos años después en un voto unánime, pese a la insistencia de la presunta víctima de que había dicho la verdad.
"Nos sentimos bendecidos"
Ante la decisión de este lunes, las familias de Los cuatro de Groveland expresaron con emoción que la anulación de estas condenas podría provocar una examinación de otras convicciones parecidas.
"Nos sentimos bendecidos. Espero que este sea un comienzo porque muchas personas no tuvieron esta oportunidad. Muchas familias no tuvieron esta oportunidad", aseguró Aaron Newson, sobrino de Thomas, quien no logró contener las lágrimas mientras hablaba.
"Este país necesita unirse", agregó.
Carol Greenlee, la hija de Charles Greenlee -quien en ese momento tenía 16 años y era el más joven de los sospechosos-, rompió en lágrimas y se derrumbó en los brazos de quienes la acompañaban tras escuchar la decisión.
"Si sabes que algo está bien, defiéndelo", exclamó más tarde. "Sé persistente".
"Funcionarios, disfrazados de guardianes de la paz"
Fue el fiscal estatal local, Bill Gladson, quien inició hace un mes el proceso para que los cuatro hombres fueran exculpados oficialmente.
"Seguimos la evidencia para ver a dónde nos conducía y nos condujo a este momento", aseguró tras la audiencia, que tuvo lugar en el mismo sitio donde se llevaron a cabo los juicios originales.
En su moción presentada en octubre, Gladson escribió que hoy ningún fiscal "imparcial" ni siquiera consideraría los cargos y que la evidencia sugiere "fuertemente" que "el sheriff, el juez y el fiscal sólo se aseguraron de obtener veredictos de culpabilidad en este caso."
"Funcionarios, disfrazados de guardianes de la paz y disfrazados de ministros de la justicia, ignoraron sus juramentos y pusieron en marcha una serie de eventos que destruyeron para siempre a estos hombres, sus familias y a una comunidad", prosiguió Gladson.
"No he presenciado un colapso del sistema de justicia penal más completo que este".
La historia de Los cuatro de Groveland fue narrada en el libro "Devil in the Grove" de Gilbert King, quien fue entrevistado por el fiscal como parte de su revisión del caso.
La obra, publicada en 2012, ganó el prestigioso premio Pulitzer en 2013.
Charles Greenlee fue el único de Los cuatro de Groveland que vivió para leer el libro, pero murió poco después de su publicación.
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