Quito: ¿por qué se inunda la Ruta Viva cuando hay fuertes lluvias?

Las inundaciones en el kilómetro 8 de la Ruta Viva, a la altura de la calle Gaspar de Carvajal, en Tumbaco, se han convertido en un problema recurrente para quienes se movilizan por esa vía, la cual conecta a Quito con los valles de ese sector.

Las últimas emergencias se reportaron ayer, jueves 12 de octubre de 2023, cuando tres vehículos quedaron atrapados. Al ECU 911 ingresaron 15 llamadas reportando acumulación de agua en los sectores de Tumbaco y La Primavera de Cumbayá, Lumbisí, Las Casas y Puembo.

En otra comunicación se informó sobre “personas atrapadas por inundación, ya que se desbordó un canal de riego que estaría afectando a varias viviendas”, según indicó el alertante que se comunicó con la central de auxilio. La alerta se recibió desde el sector del estadio de Rumihuaico, en las calles Los Colibríes y Cipreses.

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Ante esos problemas, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) informó que existen cuatro factores que han agudizado el problema de drenaje en la Ruta Viva y que producen inundaciones:

1. Un canal ubicado en el puente vehicular en el acceso oriental, con salida hacia la av. Ruta Viva, desborda hacia la vía principal y llega a la parte baja del sector de La Morita.

2. En la calle Antonia de León existen taludes que son propensos a desprendimientos de material. Los sedimentos, piedra y tierra se dirigen a la misma zona baja del paso deprimido de La Morita.

3. En el lugar existe un depósito de material pétreo, el material granular que se desprende de allí se desliza hacia la misma zona: parte baja de La Morita.

4. Existe un canal de riego sobre la Ruta Viva, en la parte nororiental, y todo el caudal de agua que circula se dirige al paso deprimido. Esa sección transversal está taponada y apenas funciona el 20% de su capacidad. Como resultado, desborda el agua y sale por la calle Antonia de León, llevando materiales y sedimentos hacia la parte más baja.

Los técnicos de la Epmmop concluyeron que los sedimentos de los taludes, el material pétreo y no contar con un sistema de alcantarillado pluvial, un sistema de drenaje de agua potable o manejo de riego, hace que todo ese material desemboque directamente desde la calle Antonia de León hacia el paso deprimido de la parte baja de La Morita.

Todo se acumula y tapona el sistema de drenaje que, sumado a las fuertes precipitaciones, inunda la zona. Al momento, la entidad construye la rejilla de captación de agua y realiza una limpieza total que tomará unos 15 días.

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