21 feb 2017 , 08:21

Impaciencia en Ecuador por demora en resultados de las presidenciales

Decenas de personas permanencen frente a la sede del CNE en Quito.

La demora en los resultados de las elecciones presidenciales generó impaciencia entre los opositores ecuatorianos, conscientes de que un balotaje les daría más opciones para desbancar al Gobierno actual.

 

En los últimos recuentos oficiales, con el 93,05% de los votos escrutados, el candidato oficialista Lenín Moreno se ubica con un 39,18%, mientras que el exbanquero de derecha Guillermo Lasso registra un 28,38%.

 

Para ganar en primer turno, como lo hiciera el presidente saliente Rafael Correa en 2009 y 2013, se necesita un 40% de los votos válidos y una diferencia de diez puntos sobre el segundo.

 

"Creo que vamos a alcanzar ese 40%. Tengo datos que así permiten presumir", señaló Moreno en declaraciones a la prensa. Pero si hay segunda vuelta, prevista para el 2 de abril, "la vamos a ganar", aseguró.

 

"Estamos en segunda vuelta", celebró por su parte desde Guayaquil el candidato opositor, que auguró "una gran victoria".

 

Pero los resultados definitivos de las presidenciales no llegarán hasta dentro "de tres días" debido a anomalías en actas de votación, según informó el CNE.

 

Juan Pablo Pozo, titular del CNE, llamó a los electores a "esperar los resultados oficiales en un ambiente de paz, pues existen márgenes estrechos para definir si hay segunda vuelta", cuando "efectivamente se está peleando voto a voto el que exista o no" el balotaje.

 

Evitar el balotaje

 

Desde la noche del domingo, a medida que el conteo oficial iba dibujando un escenario muy reñido, centenas de simpatizantes de Lasso permanencen frente a la sede del CNE en Quito, en una vigilia para exigir transparencia en el conteo y denunciar un eventual fraude, lo que fue desmentido por la autoridad electoral.

 

Militares y policías custodian el edificio del CNE, ubicado en el norte el Quito, donde se han registrado pequeños roces con los manifestantes.

En una rueda de prensa por la tarde en Quito, Moreno acusó a "algún político mal perdedor", sin dar nombres, de estar llamando a la violencia. "Eso sí no se le puede tolerar", dijo.

 

Analistas advierten desde hace semanas que, aunque cuenta con una base sólida de apoyo, el correísmo está acusando el desgaste debido sobre todo a la delicada situación económica producto de la debacle en los precios del crudo y necesita imperiosamente una victoria en primera vuelta.

 

"Es lógico que no quieran postergar una campaña electoral que además ha estado saturada de denuncias de corrupción", explica el politólogo Franklin Ramírez, de la Facultad Latinoamericano de Ciencias Sociales (FLACSO).

 

En un balotaje, la oposición, encarnada por partidos de derecha, podría hacer frente común, a pesar de que llegó a estos comicios completamente dividida.

 

El domingo, tras saberse sin posibilidades de acceder al balotaje, la candidata Cynthia Viteri, tercera en los conteos, pidió abiertamente el voto para Lasso y llamó a sus partidarios a defender "la segunda vuelta" en las calles. 

 

"Hemos recibido el apoyo de algunas fuerzas políticas", declaró Lasso, que dijo que sus manos "están extendidas" y propuso "una mesa de gobernabilidad abierta a todos los sectores de la sociedad".

 

Votos disputables

Para Ramírez, no está tan claro que Lasso arrastraría la mayoría de votos del resto de partidos opositores.

 

"Hay mucho disputable. El partido de Viteri, el Partido Social Cristiano (PSC), hay un voto más popular que, al no estar su candidato, iría para Moreno. Alianza País (oficialista) tiene aún donde recoger votación", agrega.  

 

El resultado de esta elección también será decisivo para el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para evitar su extradición a Suecia por supuestos delitos sexuales que él niega.

 

Moreno es partidario de mantener el asilo, pero Lasso dijo que, de llegar al poder, se lo retirará.

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