06 may 2023 , 11:49

Fin de la emergencia por COVID-19: ¿Y ahora qué sigue?

La declaración de la OMS sobre el fin de la pandemia no implica descuidarse del COVID, dicen expertos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este 5 de mayo de 2023 el fin de la emergencia internacional por el COVID-19, pero esto no implica que ya no exista la enfermedad, advierten expertos de todo el mundo.

Desde que fue declarada la emergencia sanitaria, el 31 de enero de 2020, han pasado 1.191 días desde que el COVID-19 provocó la pérdida de 20 millones de vidas en todo el mundo, aunque el número oficial de muertos se sitúa en 6,9 millones de muertos, según la OMS.

Aunque la organización anunció que el COVID-19 ya no se considera una emergencia de salud pública, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a los gobiernos a mantenerse alerta y responder a una enfermedad que llegó para quedarse.

¿Qué es el covid largo y por qué preocupa a la OMS?

La declaración del fin de la emergencia no significa que la amenaza del virus haya desaparecido. Más bien, significa que los gobiernos deben analizar las condiciones locales para evitar la propagación de COVID-19, especificó el director de la OMS.

¿QUÉ IMPLICA EL FIN DE LA EMERGENCIA POR COVID-19?

Todos los gobiernos, incluido el de Ecuador, deberán tomar medidas para prevenir nuevos brotes, lo que incluye garantizar que las vacunas estén ampliamente disponibles y que haya un seguimiento continuo de cualquier efecto adverso.

El público también tiene la responsabilidad de mantener medidas mínimas de bioseguridad para protegerse contra el COVID-19.

Pero sin una declaratoria de emergencia, ya no se podrán movilizar recursos con urgencia, tomar medidas restrictivas o autorizar medicamentos con menos trámites.

¿Sabías que?
Desde el 2020 hasta la actualidad, en Ecuador se ha registrado 36.019 muertes y 1'061.1000 casos confirmados por COVID-19.

Según el Ministro de Salud de Ecuador, José Ruales, la declaración del fin de la pandemia significa que "ya no existen las justificaciones para declarar una pandemia".

Estas justificaciones incluyen un evento nuevo e inusual y un alto riesgo de transmisión entre países que requieren coordinación internacional.

“Estamos ahora en una fase de control sostenido, no estamos teniendo nuevos picos, siempre hay el riesgo de que se produzcan nuevas cepas en estos virus respiratorios”, mencionó sobre la situación actual del virus en Ecuador.

Imagen de archivo de una atención a un paciente en el Hospital Bicentenario de Guayaquil.
Imagen de archivo de una atención a un paciente en el Hospital Bicentenario de Guayaquil. ( )

Ruales afirmó que la enfermedad sigue siendo una prioridad en la salud pública del país, pero ahora se establecerán medidas de acción a largo plazo, no solo a corto plazo.

Por ejemplo, según Ruales, la vacuna contra el COVID en Ecuador pasará a ser parte del esquema de inmunización del Ministerio de Salud Pública.

Según el Ministerio, en las últimas seis semanas epidemiológicas en Ecuador se ha mantenido "una tendencia estacional menor a los 600 casos confirmados y semanas sin registros de fallecidos".

En Guayaquil, como en el resto del país, la incidencia del COVID-19 es baja. Por ejemplo, en el Hospital Bicentenario, solo 45 de 800 pacientes con complicaciones respiratorias, como tos, molestias, alergias y fiebre, dieron positivo a COVID-19.

¿Sabías que?
En Ecuador se han aplicado 39′564.195 dosis contra el coronavirus, pero con el esquema completo constan 14′240.587 de personas.

Alberto Campodónico, médico internista en Guayaquil, advirtió que el fin de la emergencia no significa que el COVID-19 ya no sea una enfermedad grave, y se deben tomar precauciones para evitar nuevos rebrotes.

También aconsejó a las personas que no se automediquen y que busquen atención médica ante cualquier complicación.

Carol Perelman, miembro de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia, recordó que la OMS ha publicado un documento estratégico para que los países hagan la transición de dos años de una respuesta de emergencia a una gestión a largo plazo.

Explicó que el fin de la emergencia no cambia al COVID-19 como enfermedad; sigue siendo igual de grave y una amenaza para las personas no vacunadas o comórbidas. "Lo que ha cambiado es que ya no es una amenaza para la salud pública, los sistemas de salud, la sociedad o la economía".

Francisco Moreno, médico internista y especialista en enfermedades infecciosas, advierte que el COVID-19 no desaparecerá y seguirá provocando infecciones, en su mayoría leves, "pero seguirá provocando enfermedades graves e incluso la muerte en personas con afecciones de base o que no estén vacunadas".

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