11 nov 2019 , 12:27

Dos boyas se agregan al sistema de alerta de tsunamis

La información de estas boyas se recibirá en el INOCAR.

El lunes 11 de noviembre, en el INOCAR, se entregaron dos modernas boyas que se suman al Sistema de Alerta de Temprana (SAT). El objetivo es realizar un monitoreo ininterrumpido para advertir oportunamente a la población en caso de tsunamis, desbordamiento de ríos o cuencas priorizadas. 

Estas acciones de activación las ejecutan en conjunto y de manera articulada el Servicio Integrado de Seguridad ECU 911, Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN), Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) y el Instituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR).

Las nuevas boyas son, según el Ejecutivo, de alta gama, que miden los niveles de presión en el océano y tienen un sistema satelital y en tiempo real que permite la comunicación inmediata de estos indicadores mediante un sensor ubicado en la profundidad del mar.

En el evento el Ing. Juan Zapata, Director General del ECU 911, indicó que “estas boyas forman parte de un sistema de superficie que recibe información del sensor de fondo, cuyo componente tecnológico tiene la capacidad de detectar perturbaciones marítimas a pocos centímetros”.

Los equipos —con capacidad para detectar perturbaciones marítimas causadas por un sismo— permiten identificar la ocurrencia de un tsunami de forma temprana lo que otorga minutos vitales en caso de evacuación. Sirven, además, para descartar alertas y permiten, con total precisión, determinar la ocurrencia o no de un tsunami en las zonas costeras.

Un equipo se instalará a la altura de Manta (a 45 millas de la costa) y el segundo a la altura de la ciudad de Esmeraldas (a 74 millas de la costa), es decir en la zona de subducción, que es el área más propensa a generar sismos con las características para tsunamis. La información que generarán las boyas será de utilidad para el Litoral ecuatoriano, Galápagos e incluso para los países del Pacífico Sudeste. La adquisición de las dos boyas representa una inversión de 2,9 millones de dólares que incluye la capacitación a personal de la Armada del Ecuador.

Los dispositivos (boyas) detectan sismos con características tsunamigénicas (asociados a zonas de subducción), que generan perturbaciones marítimas. La información se recibe en el INOCAR y cuando hay dos mediciones continuas que rebasan el nivel normal se emite una alerta al Centro de Monitoreo Oceánico (CMO), que permite verificar la existencia o no de un tsunami para que las instituciones activen sus protocolos dependiendo de cada caso.

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