29 abr 2024 , 16:49

Perdieron esta semana:

    1.- Carlos Pólit. Naturalmente. La decisión de la Justicia estadounidense de sentenciarlo por seis delitos, bajo el dictamen unánime del jurado de la Florida, convirtió esta semana al excontralor en el rostro de la corrupción ecuatoriana. Casos bullados como el Odebrecht y sus tentáculos en Sobornos 2012-2016 han tirado al piso la estrategia política del ‘lawfare’ con la que el correísmo pretendió revertir las condenas que pesan sobre Jorge Glas y Rafael Correa, este último prófugo en Bélgica. Ha sido muy complicado para la Revolución Ciudadana desentenderse de Pólit, pues todas sus trapacerías se cometieron, precisamente, durante ese largo gobierno.

    Carlos Pólit, en una fotografía de archivo.
    Carlos Pólit, en una fotografía de archivo. ( )

    2.- Pábel Muñoz. El Alcalde de Quito perdió esta semana por partida doble. El Tribunal Contencioso Electoral, en pleno, ratificó la sentencia de primera instancia en su contra por haber hecho proselitismo a favor de su coidearia Luisa González, en la reciente campaña presidencial, abusando de su condición de funcionario público. Por ello tendrá que ofrecer disculpas públicas y pagar una multa de nueve mil dólares. Muñoz también perdió cuando en un inicio aceptó la colecta ciudadana que el actor Alejandro Lalaleo se propuso liderar para ayudarlo con el pago. Las críticas por semejante desatino no se hicieron esperar.

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    Hasta el presidente de la Comisión Nacional Anticorrupción, Germán Rodas, cuestionó la indelicadeza del Alcalde, al punto de calificarlo como el típico acto populista. Ante tanto cuestionamiento, Muñoz se hizo para atrás. No habrá colecta a su favor. Varios de sus detractores advirtieron que una cosa de esas podría incluso calificarse de delito. Como dijo el propio Muñoz, es mejor curarse en salud.

    3.- Roberto Luque y las empresas eléctricas. De poco servirá que el Ministro de Energía encargado opte por una estrategia transparente con los ciudadanos para informar el día a día de la hondísima crisis energética por la que atravesamos, si las empresas eléctricas del país incumplen los horarios de corte de energía que estas mismas difunden la víspera. Es decir, que por esa negligencia administrativa, los ciudadanos tienen una doble molestia: los apagones en sí y el desorden con los que se ejecutan. Si esto no se regulariza, y pronto, el ministro Luque tendrá que afrontar un nuevo desgaste.

    4.- Leonidas Iza. Otra vez el presidente de la Conaie prefiere la imposición de sus dogmas que el diálogo sincero de las cifras. Casi como un reflejo condicionado, Iza oyó “acuerdo con el FMI” para, de inmediato, cuestionar al Gobierno. Su lectura es contradictoria, pues advierte que el país está contratando deuda para pagar a los acreedores en un círculo infinito que “empobrece al pueblo”. Cuestiona que se explote petróleo para financiar estas operaciones y que, de inmediato, vendrá la minería. Sin embargo, él y su organización social son el principal actor con poder de veto que ha impedido que los distintos gobiernos racionalicen los onerosos subsidios a los combustibles que, cada año, le supone al país más o menos los cuatro mil millones de dólares que el FMI estaría por prestar al Ecuador. Más allá de la recitadera de consignas, sería bueno que la Conaie explique con números fríos y cero drama por dónde empezar un recorte eficiente y sostenible que nos permita prescindir de este multilateral.

    5.- La industria automotriz. El anuncio de la salida de la ensambladora de General Motors es una mala noticia para el país. No solo por las centenares de familias que se quedan sin empleo, sino porque de buenas a primeras se cierra un capítulo de la pobre historia industrial del Ecuador. Por más de 50 años, los vehículos Chevrolet, ensamblados en el país, han acompañado a nuestras familias. Habrá que hacerle un homenaje a los Andino, Cóndor, San Remo, Chevette, Swift, LUV, Vitara, Corsa o Aveo que desde la década de los 70 rodaron por nuestras carreteras.

    *El despilfarro de recursos por parte de los gobiernos seccionales. No importa que la mayoría de alcaldes y prefectos exija a Carondelet el pago de sus recursos. O que la AME, como institución, esté de luto por tres asesinatos a sus alcaldes en menos de un mes, uno de ellos de Portovelo (El Oro). Total, el alcalde de Machala, Darío Macas, botará la casa por la ventana al organizar un festival de dos millones de dólares, para que canten Ricky Martin y Maluma. El eufemismo: incentivar la economía (¿de quiénes?), en un país que pasa penurias por los apagones. ¡Cuán caro nos sale el populismo de un político que usa la Alcaldía de Machala para sustentar su candidatura a la Prefectura!https://www.ecuavisa.com/la-noticia-a-fondo/machala-contratos-conciertos-millonarios-fundacion-fiestas-JY7230913
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