Este diciembre se cumplen ocho años de la inauguración del emblemático y costoso edificio que sirvió para albergar a delegaciones de los países de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).
El proyecto político y diplomático fracasó y la infraestructura ha permanecido sin uso al menos durante los últimos tres años. Cuatro proyectos se han presentado para darle vida a esta emblemática edificación ubicada cerca a la mitad del mundo, en el norte de Quito. Sin embargo, tres ya se han desechado por inviabilidad técnica, política y económica.
Hernán Higuera nos cuenta que los millones de dólares que se invirtieron ahora se pierden en un edificio que se muestra como un monumento al despilfarro.
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