
El ícono de la bachata, Romeo Santos, debía presentarse en Caracas el domingo 10 de diciembre a las 20h00, pero llegó ocho horas tarde a su concierto, iniciando el espectáculo a las 04h00, cuando la mayoría del público ya se había retirado a sus hogares, generando un malestar entre los asistentes que destapó un gran escándalo.
Por ese motivo el fiscal general, Tarek William Saab, anunció que se realizaría la investigación correspondiente sobre las promotoras del evento que "agraviaron y abusaron de la buena fe de la fanática del cantante”. El presunto responsable de la organización del show fue identificado como Juan Carlos Araujo Durán, un narcotraficante colombiano que cumple sentencia en Venezuela debido a que en 2015 fue capturada su aeronave con 459 kilos de cocaína en República Dominicana.
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El empresario se encuentra en el Internado Judicial El Rodeo II, a aproximadamente 53 kilómetros de la capital venezolana, y según la información confirmada por el fiscal Saab, contó "con la complicidad interna de su lugar de reclusión", por ese motivo el director de dicha penitenciaría "ya se encuentra privado de libertad por hechos de corrupción", agregó.
Araujo también estaría involucrado en la estafa a los organizadores del concierto de Anuel AA, realizado en el mes de marzo de este año. El colombiano habría utilizado estas empresas para “legitimar capitales”.
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