Kevin Johansen + Liniers: “No hemos inventado nada más que una amistad arriba en el escenario"

“Los músicos y los dibujantes tenemos diferente percepción del tiempo”, bromea Ricardo Liniers, ilustrador argentino mejor conocido como Liniers y autor de las historietas Macanudo, mientras dibuja una jirafa para una fanática, antes de que llegara Kevin Johansen, músico gaucho que mezcla desde cumbia villera hasta bolero. La razón de su visita a Ecuador: ambos artistas tienen dos presentaciones en Quito y Guayaquil, el 11 y el 13 de abril, cuando combinarán música e ilustración.

Kevin Johansen llegó vistiendo una guayabera beige clara, con un sombrero café en la mano, una sonrisa y diciendo: “¡Hola!”. En marzo estrenó su noveno álbum de estudio Feng Shui Project, en medio de la gira de Kevin Johansen + Liniers, un show que remonta a más de 16 años de colaboración entre el ilustrador y él. “Si no hubiésemos sido amigos antes, no creo que hubiese pasado nada de esto”, detalla Liniers.

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Entre bromas, Liniers destaca que él es la oscuridad, vestido en escala de azules oscuros, y Kevin Johansen es la luz. El registro de su colaboración artística data del 2008, Liniers y Johansen publicaron el libro ilustrado Oops!, en alusión al bolero perteneciente al disco City Zen (2004). Sin embargo, Johansen asegura que desde antes colaboraban haciendo afiches y otros materiales gráficos, donde el estilo tierno e irónico de Liniers combinaba con el tono de su música.

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Todo inició porque Gastón Piñero, parte del equipo de Kevin Johansen, les señaló una parte que, como piezas de Lego, cuadraron para crear el show con el que recorren el mundo, desde Latinoamérica hasta Europa. Tienen agendados conciertos hasta en París para septiembre de 2024. “Vos tenés el escenario vacío, vos dibujás. Dibujále el escenario”, cuenta Liniers entre risas sobre cómo todo surgió. “Es como cuando tenés dos amigos que saben que se deben poner de novios”, añadió.

Tanto se conocen los dos que Kevin Johansen confesó que no ensayan ni tienen un guion. Lo más cercano a un esqueleto del concierto es la lista de canciones, que igual no está tallada en piedra. “Una vez veníamos haciendo un show medio ordenado y terminaba con Guacamole. De repente inició con la última canción. Hizo todo el show para atrás y mi cerebro tuvo que adaptarse”, recuerda Ricardo Liniers entre risas.

“El desafío para él es eso, el timing al que hay que amoldarse y eso no es tan fácil”, señala Johansen frente a la broma constante de Liniers de pedirle que componga canciones más largas. “Escribí como Pink Floyd, canciones que duren 10 minutos”, repite el autor de las viñetas de Macanudo y termina diciendo entre sonrisas, “Pero a él le gusta el éxito pop”. A pesar de las complicaciones, el show sigue recorriendo más ciudades e incluso fue grabado dos veces: en Buenos Aires en 2010 y en México en 2014, donde participaron músicos locales como Natalia Lafourcade, Leonel García y David Aguilar.

Entre los cambios que ha tenido el show en todos estos años, Johansen destaca que ahora tiene un monitor para poder ver los dibujos que se crean simultáneamente en el fondo del escenario mientras la música suena. “Hubo muchos años en que Kevin veía que la gente se reía de sus baladas románticas”, cuenta Liniers mientras lo imita cantando y tocando la guitarra. Para Johansen en el concierto existen emociones encontradas entre las canciones y los dibujos, ya sea “una balada muy sentida y la gente se ríe. También al revés, yo estoy haciendo algo más irónico y él los hace llorar”.

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Tanto Liniers como Kevin Johansen comienzan a mirar al vacío, recordando los personajes que van presentando a medida que The Nada, la banda que siempre ha acompañado a Johansen, toca las canciones. “Aparece siempre Enriqueta y Fellini”, menciona Liniers. “Clementina...”, dice el autor de Cumbiera Intelectual, quien es interrumpido por Liniers entre risas: “Clementina es mi hija, pero también aparece porque hay una canción que sale en una foto”. Además, nombraron al hombre misterioso que usa el ilustrador rioplatense cuando no se acuerda bien de las canciones. “Olga. En Guacamole aparece Guacamolga”, indica Johansen con una sonrisa.

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