12 ene 2024 , 18:01

Correa dio papaya

   

    Los colombianos, ingeniosos como son, dicen que el décimo primer mandamiento es ‘no dar papaya’. Es decir, no dar pie, con nuestros actos, a que un suceso nos rebote en la cara y termine por perjudicarnos.

    Aquello le ocurrió al expresidente Rafael Correa la mañana de este jueves 11 de enero, tras su desastroso desempeño en la entrevista con la radio La FM, de Bogotá, a propósito de un absurdo cruce de groserías con el periodista Luis Carlos Vélez, que él permitió que se desencadenara por su patológico odio a la prensa.

    Es increíble que Correa, luego de 10 años como presidente de la República y casi siete como expresidente, no haya entendido el importante e ineludible papel que tiene el periodismo en las sociedades modernas, democráticas, libres y educadas. Y que más allá de sus fortalezas y defectos, su nombre y su imagen debieran ser las de un hombre con talla de estadista.

    Cero madurez, cero tolerancia, cero inteligencia emocional.

    No han faltado las voces que advierten también un destemplado papel por parte del periodista, interesado en provocar a Correa, sacarlo de casillas y hacer que se descontrole por completo. Pero como para pelear se necesitan dos, el exmandatario, prófugo en Bélgica, se metió en el pleito y las audiencias colombianas y ecuatorianas recordaron las rabietas de un político que nunca ha escatimado un solo esfuerzo por destruir al periodismo y la libertad de expresión.

    En un duelo de ese nivel, es el político, el hombre público, el estadista quien tiene que mostrar ponderación y buen juicio. En teoría, cada una de sus reflexiones deben tener una fuerza orientadora, casi casi, estar por encima del bien y del mal. El periodista, sin perder las líneas del respeto y de la ética, por supuesto, hace las preguntas que tiene que hacer, porque su obligación es cuestionar al poder político.

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    El problema, y en eso tiene mucha razón Luis Carlos Vélez, es que a Correa nunca le interesó someterse al escrutinio público ni darle explicaciones a nadie.

    Y este es el fondo de un proyecto político que terminó por dividir al Ecuador y que, a pesar de las evasivas del exmandatario y de las impertinencias del entrevistador, quedó en evidencia lo que nunca quiso responder desde el inicio: su afán por volver a presidir el país.

    Se podría enumerar una serie de argumentos, tesis, hechos de fondo sobre los cuales debió versar la entrevista de marras. Pero solo quedó constancia de que la inteligencia emocional y un genuino sentido de autocrítica son más importantes en un hombre de Estado que cualquier victoria electoral o proyecto de país... si es que no quiere, por supuesto, dar papaya.

    *La forma, poco adecuada, con la que el Gobierno lleva, en el plano diplomático, la crisis interna de inseguridad. Daniel Noboa no gestionó por los canales apropiados su acertadísimo y necesario plan para repatriar presos colombianos. Pero la manera en que lo dijo, en una entrevista radial, sin argumentos técnicos de peso, y sin haberlo discutido con la Casa de Nariño, ha generado roces innecesarios. No es un tema de Estado, decir que por último pondrá a los miles de presos colombianos que están en el país en la línea de frontera. https://www.ecuavisa.com/mundo/colombia-militariza-frontera-ecuador-180-soldados-FB6614117
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