19 nov 2020 , 04:00

Luis Eduardo Fayad, el médico que vive su profesión con auténtico deseo de servir

Fayad es ecuatoriano y se destaca desde hace años como oncólogo en Estados Unidos.

Nada mejor para un paciente que encontrar un médico que viva su profesión con auténtico deseo de servir, como refleja el doctor ecuatoriano Luis Eduardo Fayad, hematólogo, oncólogo y especialista en medicina interna que se destaca desde hace varios años por sus investigaciones y tratamientos desarrollados en el Departamento de Linfoma y Mieloma del Centro Médico Anderson en la ciudad de Houston (EEUU).

 

Para Fayad, ser médico definitivamente es la alegría de servir y el privilegio de curar. Por eso no es difícil encontrar referencias de sus pacientes como: "He tenido la suerte de tener al doctor Fayad en mi vida durante los últimos 16 años. Un gran activo para la comunidad de tratamiento del cáncer. Siento que no estaría aquí hoy si no fuera por él".

 

Comentarios que destacan su aporte científico, pero sobretrodo su valor humano. Y son esas mismas características las que también fueron reconocidas por la Asamblea Nacional, al entregarle la condecoración Pedro Vicente Maldonado, por sus méritos en la lucha contra el cáncer. 

 

La verdadera vocación empuja a curar, reconfortar y fortalecer, se convierte hasta en una capacidad terapéutica, la que puede llegar a animar a no renunciar. "Me gusta lo que hago al poder ayudar a las personas, curar a alguien o por lo menos cambiarle las posibilidades al hacerlas más favorables", comenta Fayad.  

 

Muchos ecuatorianos buscan su opinión profesional en Estados Unidos ¿Cómo es su relación con la comunidad?

 

"Trato de colaborar en todo lo que puedo. Intento asesorarlos, responder sus preguntas y orientarlos en lo que necesitan saber. Desde cómo moverse con su seguro de salud o sugiriéndoles centros de calidad donde puedan acudir por atención. Tengo una relación muy activa con médicos compatriotas que viven acá y pacientes ecuatorianos que llegan en busca de diagnósticos y tratamientos". 

 

¿Es un mito que el cáncer sea una enfermedad incurable?

 

"Hay muchos cánceres que se curan. De ahí la importancia de la detección temprana; y claro, mientras menos enfermedades tiene una persona, siempre va a ser más fácil tratarla. Porsupuesto también hay cánceres que no se curan, cuyas probabilidades son bajas, aunque se detecte temprano la enfermedad. Pero si miramos a nuestro alrededor, siempre encontraremos a personas que han tenido cáncer de mama, útero, tiroides u otros, y que ahora están curadas de la enfermedad".

 

¿Cómo ve a Ecuador en temas de diagnóstico y tratamientos oncológicos?  

 

"Creo que está avanzando muy bien, pero hay cosas que por cuestiones financiares van a tomar más tiempo como para llegar a un nivel más alto, por ejemplo la dificultad de traer equipos, para lo que siempre se va a necesitar una inversión importante del sector privado y también del gobierno. Sin embargo, cada vez hay más médicos ecuatorianos especializados y altamente capacitados, lo que hace que el panorama vaya mejorando en lo que se refiere a servicio". 

 

En Ecuador el cáncer tiene una incidencia creciente y ocupa la segunda causa de mortalidad general después de las enfermedades cardiovasculares ¿Qué cree debe garantizar el sistema de salud?

 

"Se debe trabajar arduamente en el acceso a la información, prevención, pero también investigación. En general lo más importante es saber cómo se maneja el cáncer, cuáles son los tipos más comunes en cada área. Por ejemplo el de mama, estómago, próstata, piel, colon, linfomas, tiroides, cuello uterino y otros. Mantener campañas activas, como la importancia de la vacuna del virus papiloma en todos los niños. Indagar sobre otras posibles complicaciones como puede ser la contaminación ambiental, pesticidas en el agua y más factores que aumentan el riesgo de otros cánceres".

 

A propósito de la condecoración que recibe ¿Ha pensando en regresar Ecuador para trabajar en algún proyecto cómo médico y científico?

 

"He considerado muchas veces volver. Me gustaría vivir cerca de amigos y familia, al mismo tiempo trabajar y de alguna forma aportar en algo a la medicina en Ecuador. Por eso recibir esta condecoración es un gran honor que me hace sentir honrado por mi país; y para ser franco, no sé si realmente la merezco".

 

Y es que es esa actitud humilde que mantiene el doctor Fayad al usar sus capacidades para obrar en bien de los demás, lo que deja en evidencia su legítimo compromiso como un gran profesional que sirve desde la ciencia.

 

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