10 abr 2014 , 11:50

Hallan el mensaje más antiguo del mundo dentro de una botella

Un pescador alemán encontró el objeto durante su faena cotidiana, y la hizo llegar a su destino.

El mensaje en una botella que más tiempo viajó por los mares llegó finalmente a su destino, luego de más de un siglo después de que fuera lanzado al mar Báltico.

 

El Museo Marítimo Internacional de Hamburgo confirmó que la botella -encontrada a finales de marzo por un pescador- es auténtica y que una investigación logró hallar a la bisnieta de Richard Platz, quien la lanzó al mar con un mensaje en su interior pidiendo a quien la encontrara que se la hiciera llegar a su casa en Berlín.

 

Konrad Fischer es un pescador alemán de Heikendorf que sale al mar desde hace más de 50 años. Entre las redes quedó atrapada la botella de cerveza que un berlinés lanzó al mar hace ya 101 años. "Al principio no me di cuenta de que había algo en su interior. Pero a pesar de ello, no me deshice de la botella, pues era demasiado bonita. Es una botella de una antigua cervecería de Kiel, donde se puede ver un relieve con una orden militar", explicó el pescador –de 65 años- a un diario local.

 

"Cuando la miramos con más detenimiento, un compañero comentó: 'Hay algo en su interior'. Con un cable saqué la fina nota de su interior donde estaba enrollada", agregó. 

 

En otras ocasiones había pescado cosas como minas, un torpedo e incluso un cadáver. Esta vez el descubrimiento fue mucho más agradable: una postal danesa fechada en el 17 de mayo de 1913. Hasta ahora el más antiguo del mundo era de 1914. 

 

De momento, se desconoce su contenido. "No puedo leerlo. Está escrito con una caligrafía alemana popular en 1911. Además, las letras están descoloridas. Hay que pensar que estuvo durante años en el mar y recibió mucho sol. Sólo pude leer el año en el reverso: 1913". 

 

Sin embargo, se sabe que su remitente era un berlinés de la Richard Platz en el barrio Berlin-Baumschulenweg y que la botella fue lanzada en Dinamarca al mar, debido a los sellos del rey danés de la postal. 

 

El remitente también incluyó dos sellos alemanes en la botella y su dirección. "Probablemente esperaba que alguien en Alemania encontrara la botella y le enviara la postal", indicó Fischer, quien hizo llegar el objeto a su destino final. Al recibir un siglo después el mensaje de su bisabuelo, Angela Erdmann se emocionó: "Era increíble, las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas".

 

El mensaje en una botella más antiguo conocido había estado en el mar durante 98 años.

 

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